¿Qué pasa con las personas que se suman al teletrabajo?
Solo basta una conexión a internet y la adquisición de dispositivos móviles para que el teletrabajo sea un hecho, ¿o no?
La Habana, Cuba. La pandemia de la Covid-19 provocó de manera no planificada un auge del teletrabajo para millones de personas en el mundo.
El desarrollo tecnológico siempre ha sido un impulsor del cambio y tanto las empresas como los diferentes centros laborales dejan claro su apuesta por la digitalización en los últimos años, en aras de aprovechar al máximo las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como herramientas para realizar labores.
En otras palabras, son empleos que se pueden desempeñar fuera de una oficina.
Solo basta una conexión a internet y la adquisición de dispositivos móviles para que el teletrabajo sea un hecho.
Varios estudios lo avalan y enumeran sus ventajas para trabajadores y empresas, aunque coinciden que se presenta un inconveniente común: para estas personas ha dejado de existir una correlación entre su jornada laboral y su tiempo libre, lo que causa un aumento del estrés y la posibilidad de riesgos para la salud mental.
Un aspecto, a juicio de psicólogos, que se rectifica si logramos ‘moldear’ nuestros espacios y tiempos.
Aumento de la productividad, los costos de la entidad al requerir menos infraestructura en espacio, energía, inmuebles, reducir el ausentismo, así como reclutar y retener empleados por preferencia de horarios flexibles y convertir la organización como atractiva para sus aspirantes son algunas de las bondades para las empresas.
Pero el trabajo a distancia aporta ventajas también a los empleados: tiempo a su favor, de movilidad, menos gastos en transporte, alimentación, vestuario, equilibrio familiar-laboral, o sea una conciliación en la vida personal, familiar y laboral.
Algunas publicaciones sobre el tema enumeran además como bondades la facilidad al empleado de escoger su entorno de trabajo, disminuir el estrés y elevar la confianza entre jefe y empleado.
Sin embargo, varias investigaciones dan a conocer que existen algunos mitos por vencer en esta novedosa modalidad: los jefes no sabrían si los empleados están laborando desde la casa, aspecto que se corrige al buscar alternativas para monitorear mejor el trabajo, pues esta condición exige de una administración por resultados.
Otras suposiciones es la preocupación si será promovido a una mejor plaza. Estudios recientes concluyen que los teletrabajadores son más susceptibles de ser promovidos, entre otras razones, porque se puede confiar en su buen desempeño ya que trabajan independientemente.
El teletrabajo, además de aportar ventajas a las compañías y empresas, también genera impactos positivos para la comunidad en general. Una de éstas es el caso del medio ambiente, que estaría favorecido, al minimizar los desplazamientos y reducir el tráfico, disminución del uso de combustibles y la emisión de gases contaminantes.
Contar con teléfonos inteligentes y otros dispositivos tecnológicos ha hecho posible imprimir solo lo estrictamente necesario y a causa de la tecnología los teletrabajadores pueden ejercer sus tareas desde bibliotecas, restaurantes, cafés y hoteles.
(Con información de Prensa Latina)