¿Por qué ningún país logrará la Agenda 2030?
Los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible se han mirado de forma aislada, cuando en realidad son interdependientes
Ningún país cumplirá los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido, en parte, a que se han mirado de forma aislada, cuando en realidad son interdependientes y, por lo tanto, el avance o retroceso en uno puede mermar los resultados de otro.
Es la conclusión de un artículo publicado recientemente en la revista PLOS One por los investigadores Rafael Barrio, del Instituto de Física (IF) y el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3); Julia Tagüeña, del Instituto de Energías Renovables (IER) y del C3; junto con los académicos Matías Núñez, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Buenos Aires, Argentina; Tzipe Govezensky, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM; Kimmo Kaski, de la Universidad Aalto, Espoo, Finlandia; Carlos Gershenson, del C3, y el estudiante de doctorado Alberto García, del IF.
Los ODS son un conjunto de metas específicas para el desarrollo de una agenda global que erradique la pobreza, proteja el planeta y asegure la prosperidad para la población mundial. En 2015, los 193 países miembros de la ONU asumieron el compromiso de cumplir con estos objetivos como parte de la Agenda 2030. Sin embargo, este estudio concluye que no será posible porque no se ha evaluado con la debida profundidad la interconexión entre estas metas y su relación con el contexto de cada nación.
Por ejemplo, si tomamos en cuenta el Objetivo 2: Hambre Cero, se podría concluir que basta con plantar más alimentos, “pero la agricultura es el principal gasto del agua, y entonces eso afecta al Objetivo 6, que es el cuidado del agua”, explicó Julia Tagüeña.
El hecho de que los ODS estén interconectados obliga a hacer cambios en la forma en la que los países avanzan en el desarrollo sostenible. “Es necesario ajustar la estrategia global actual, reconociendo la complejidad y diversidad de los contextos nacionales y regionales”, dijo Matías Núñez.
Patrones ocultos
El grupo de investigadores utilizó datos de más de 20 años (2000-2022) sobre el avance de estas metas por parte de 107 países, y luego aplicó herramientas de aprendizaje automático no supervisado para identificar qué tipo de patrones ocultos había en su progreso hacia los ODS.
Así, identificaron seis conjuntos de naciones que coinciden en su progreso con los ODS. “Si vemos el mapa, cada color nos muestra que esos países se parecen en lo geográfico y en lo cultural; hay unos unidos por la historia, las colonizaciones o los acuerdos comerciales. Esto quiere decir que la forma en la que avanzan tiene mucho que ver con la geopolítica”, afirmó Rafael Barrio.
Curiosamente, los que cumplen más tardíamente los ODS, en el año 2100, son los desarrollados (Estados Unidos y Europa).
Los investigadores también clasificaron la conexión entre los ODS en correlaciones positivas, que suceden cuando dos objetivos pueden realizarse de manera conjunta; o negativas, en el caso de que uno de los dos impide el progreso de otro.
“Aquí también encontramos sorpresas, porque es fácil ver que todos los ODS se llevan bien con algunos países, pero muchos de ellos muestran correlaciones negativas con otros”, puntualizó Barrio.
Un ejemplo es la producción de alimentos y la acción por el clima. “Es muy simple: si queremos dar de comer a las personas, es casi inevitable que haya un impacto en el ambiente”, agregó.
Así que si bien una conclusión relevante del artículo es que ningún país logrará cumplir todos los ODS en el plazo establecido por la Agenda 2030, este análisis permite tejer fino y, con ello, ver que hay diferencias sustanciales entre regiones y niveles de desarrollo.
Metas más alcanzables
A pesar de que el objetivo del artículo no es replantear una nueva agenda, los autores coincidieron en que aporta información clave para generar metas más alcanzables tomando en cuenta el contexto de cada país, región y localidad.
“Somos personas del área de física e ingeniería, sería inadecuado creer que podemos definir líneas de cómo realizar políticas públicas y económicas globales. Sin embargo, la colaboración entre países de distintos niveles de riqueza se ve como un camino para la consecución de los ODS”, apuntó Tagüeña.
Para Barrio, este artículo revela que esbozar metas globales para todos “no está bien. No sólo hay que proyectarlas, sino plantearlas bien correlacionadas, porque los datos y la realidad nos lo dicen: no podemos avanzar en una, dejando de lado la otra”.
(Con información de Gaceta UNAM)