La revolución silenciosa de las mujeres en las universidades

Es trascendental promover que la educación no es femenina ni masculina: Gina Zabludovsky

Las mujeres nos hallamos con una constante: la invisibilización y el no reconocimiento a nuestras aportaciones, tal como ha sucedido históricamente en las artes y en todas las áreas del conocimiento, en las que son musas e inspiradoras y no se valoran sus aportes, expuso Gina Zabludovsky Kuper, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales e integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM.

Al intervenir en la jornada Mujeres universitarias: visiones desde la innovación, la creatividad y el ingenio –convocada por la Secretaría Ejecutiva del Colegio de Directores de Facultades y Escuelas (CDIFE) con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual–, la doctora en Sociología consideró: “Ha habido un gran avance en general en la lucha feminista, todavía hay expectativas diferentes, y la mayor revolución silenciosa es la participación de las mujeres en la educación superior, que en esto ya rebasamos incluso a los hombres”.

Y continuó: “Claro que en ciertos campos tecnológicos hay menos mujeres, pero las expectativas de los roles que tienen que cumplir son parte de las expectativas de la sociedad en general”.

En la mesa de análisis Creaciones intelectuales derivadas del quehacer universitario. Experiencias desde la ciencia y las humanidades, Gina Zabludovsky dijo que la Universidad de la Nación tiene la oportunidad de reforzar la cultura contra el plagio.

“Esa cultura es muy importante porque no la traen consigo los estudiantes, que deben saber manejar la información a la que acceden desde internet, cómo citarla, además de contar con una cultura que les permita detectar y reconocer las aportaciones de las y los estudiantes, por si alguien tiene una idea nueva”, indicó.

Es muy importante también, subrayó, propiciar que las mujeres reconozcan sus productos, sus creaciones, no sólo las de los otros. “Es vital la elección de carrera para todos, tratar de incidir en ello, y así tener más mujeres estudiando ingeniería o más hombres en enfermería y pedagogía, por lo que es trascendental promover que la educación no es ni femenina ni masculina”.

En cuanto al ámbito empresarial, mencionó que se menosprecia la participación de las mujeres. “Se espera que ellas se dediquen sólo a ciertas áreas, como un complemento familiar, por lo que hay discriminación, sobre todo en la industria de la construcción, en contraste con su actividad en el sector turismo”.

Se requieren más científicas

En su oportunidad, Julieta Fierro Grossman, investigadora del Instituto de Astronomía, manifestó que se requieren más mujeres en la ciencia, porque a los hombres no se les ocurre resolver ciertas problemáticas que a las mujeres sí. “Las mujeres pueden hacer cosas extraordinarias”.

Algo que ayudaría “es que hubiera más facilidades para que las mujeres cursen sus posgrados, que la Universidad hiciera un poco más de lo que hace, que fuera como en los hospitales norteamericanos, donde hay guarderías para los hijos de quienes laboran y estudian. Así, el ambiente sería de mucha más tranquilidad”, propuso.

Después del saludo y la felicitación de Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, Isidro Ávila Martínez, secretario ejecutivo de la CDIFE, expresó que dicha jornada busca conmemorar, recordar y poner el tema de la propiedad intelectual en la agenda de las instituciones, los gobiernos y los países.

“Aún hay una gran tarea por hacer en este tema, para que haya una mayor cantidad de mujeres en todas las carreras, porque no sólo basta con los números, también debemos dar las condiciones para que, una vez que ellas hayan accedido a todos los ámbitos del conocimiento, tengan las condiciones y las facilidades para desarrollar toda su creatividad e ingenio en esta institución”, concluyó.

(con información de Gaceta UNAM)