La interacción social a través de las tecnologías digitales
Durante la emergencia sanitaria se ha confundido el distanciamiento social con el aislamiento, lo cual genera mucha ansiedad
Las tecnologías son herramientas para mantener la interacción social; nos permiten ver y escuchar a familiares y amigos, lo que ayuda a reducir la ansiedad durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19, afirmó Hugo Sánchez Castillo, académico de la Facultad de Psicología (FP).
“Tenemos que adaptarnos a nuevas cuestiones e interacciones sociales. Los alumnos hablan del ‘Zoomestre’, o la ‘Zoomfiesta’ y hemos empezado a ver cómo nos vamos adaptando, pero aún queda mucho camino por recorrer”, dijo al participar en el programa de la televisión universitaria La UNAM responde.
El especialista del Departamento de Psicobiología y Neurociencia de la FP explicó que el aislamiento es una situación altamente estresante para los humanos, en la que suben los niveles de ansiedad y durante la emergencia sanitaria se ha confundido el distanciamiento social con aislamiento.
“Utilicemos esas herramientas para disminuir esta ansiedad que va subiendo y puede llevar a situaciones más complicadas. La tecnología está desempeñando un papel importante en cuestión de salud, comunicación y también de la amistad”, planteó.
“Si bien, no nos permite abrazar a los amigos o familiares, sí ayuda a verlos y escucharlos. El manejo emocional no es únicamente una cuestión de contacto físico, sino además visual y auditivo”.
Nueva forma de sociabilización
El experto universitario indicó que no habrá un regreso a la condición previa a la pandemia, por lo que debe aceptarse el uso de las tecnologías como una nueva forma de sociabilización, y disfrutarla.
Esas opciones, remarcó, son importantes para poblaciones como los adultos mayores que han sido confinados de manera más restrictiva; o los niños, quienes fueron separados de sus pares, a los que necesitan en procesos tan significativos como el juego.
La tecnología igualmente ha ayudado a comunicar a pacientes con sus familiares o a conectar a familias cuyos integrantes quedaron varados en otros países debido a la pandemia, abundó Sánchez Castillo.
“Si bien, no nos permite abrazar a los amigos o familiares, sí ayuda a verlos y escucharlos. El manejo emocional no es sólo una cuestión de contacto físico, sino además visual y auditivo”
Hugo Sánchez Castillo, académico.
“En Europa hubo momentos muy crudos. Con personas que sabían que iban a fallecer, pero no podían exponer a sus familiares a una situación de alto riesgo de contagio, la tecnología tuvo un papel primordial porque podían ver al paciente por medio de una tableta y platicar con él; fue como un ritual de despedida”, expuso.
La amistad es una cuestión altamente reforzante, la cual permite generar lazos y liberar oxitocina. También entran en juego neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, y hay una disminución de la hormona del estrés, lo que nos ayuda a sentirnos relajados y con expectativa con el otro, agregó el universitario.
Implica afinidades, disfrutar la compañía del otro y el establecimiento de lazos que pueden durar muchos años.
Por ello, recomendó incorporarlas a las tecnologías como una nueva forma, dentro de toda la gama que se tiene, de disfrutar la amistad de alguien.
“Debemos aceptar que somos humanos y tenemos problemas y utilizar las herramientas tecnológicas para hacer lo mismo que hacíamos con nuestros amigos: hablarles cuando estoy de buenas, pero igual cuando tengo un problema, para sentirme libre.”
El universitario mencionó que el uso de las tecnológicas se ha extendido en el cuidado de la salud mental. “Si no puedo regular la emoción, si me siento estresado, que se están elevando mis niveles de ira, es esencial saber que puedo contar con atención por estos medios”.
Este apoyo ha sido fundamental para evitar situaciones más peligrosas, pues durante el confinamiento ha aumentado la violencia intrafamiliar contra las mujeres, las niñas y los niños. “Esto significa que el aislamiento ha impuesto condiciones en las que fácilmente han explotado estos problemas”, concluyó.
(Con información de Gaceta UNAM)