Filme sobre resiliencia de mujer tsotsil, Premio José Rovirosa
Mamá, de Xun Sero, ganó en la edición 27 del galardón que entregan Filmoteca UNAM y la ENAC
Mamá, del director y guionista chiapaneco Xun Sero, ganó el Premio José Rovirosa al Mejor Documental Mexicano en su vigesimoséptima edición. Filmoteca UNAM y la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) entregaron el reconocimiento en una ceremonia celebrada en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario.
Mamá narra la historia de Hilda, la madre del realizador. Ella se enfrenta al duro contexto cotidiano de ser, por un lado, una persona perteneciente a un pueblo originario (tsotsil) y, por otro, ser mujer en un país machista. La cinta presenta la resiliencia de su carácter, que se expresa en un ascenso paulatino hacia un entorno cada vez más favorable para ella y sus hijos. De ser “robada” por su esposo y verse sometida, logra salir adelante hasta obtener un puesto como enfermera del IMSS en Oxinam, el pueblo donde reside.
Este emotivo trabajo fue seleccionado por presentar “una narrativa contundente y una mirada muy genuina y conmovedora. Asistimos a un viaje de exploración personal que retrata una relación madre-hijo que se va revelando a lo largo de toda la película, asomándose desde lo íntimo a lo estructural”, se dijo en la ceremonia. El documental ganador recibió un estímulo económico y un trofeo que es una réplica en plata de una cámara de cine.
Entre 21 trabajos inscritos, el jurado otorgó tres menciones honoríficas a: Yurei (fantasmas), de Sumie García Hirata; La frontera invisible, de Mariana Flores Villalba, y M20 / Matamoros ejido 20, de Leonor Maldonado García.
Además de la distinción al Mejor Documental Mexicano, el galardón tiene otras dos categorías. Desde hace 15 años se premia también al Mejor Documental Estudiantil Mexicano y, en 2019, se instauró el Premio del Público, que aprovecha las plataformas a distancia para poner a consideración de la gente los mismos trabajos inscritos en la categoría de Documental Estudiantil, los cuales se exhiben durante un mes en la página de Cultura en Directo.UNAM.
Mira el silencio, de Santiago Zermeño, ganó en la categoría de Mejor Documental Estudiantil Mexicano. La cinta aproxima al espectador a una realidad desconocida para la mayoría: la de las personas sordas. En la pieza se utiliza la poesía como medio de expresión, pero se configura desde una perspectiva particular, pues el lenguaje de señas es radicalmente distinto al fonético. Así, por medio de este original ejercicio, se plantean las preguntas: ¿cómo se mira desde la sordera? o ¿qué nuevos mundos y posibilidades se generan desde ese punto de vista usualmente marginado?
El documental ganador recibió un estímulo económico y la réplica en plata de una cámara de cine. En esta categoría se recibieron 26 trabajos y se otorgaron también tres menciones honoríficas: Sólo por una noche: Yesica Duvali, de Leonardo Marín; Crucificada, de Victoria Tonantzin Layune, y El perro negro, de Ximena Rodríguez Juárez.
Por otra parte, Yo sentí su amor, de Víctor Manuel Estrada, fue el elegido para el Premio del Público. A través de una carta sin destinatario, el autor viaja sobre el tiempo y rememora momentos en que el amor lo afectó intensamente. Imágenes evocadoras exploran cómo el dolor y la belleza se entrelazan con la madurez en un camino guiado por amigos de la infancia, decepciones políticas, amores fugaces y la pérdida de seres amados.
El documental tuvo 1,528 votos de los 5,183 que se recibieron en total. Se hizo merecedor de un estímulo económico y la réplica de la cámara de cine en plata.
Previo a la premiación se presentó una breve cápsula acerca de la historia del cine sonoro. La ceremonia fue presidida por Hugo Villa Smythe, director de Filmoteca UNAM, Ángeles Castro Gurría, titular de la ENAC, y Myrna Ortega, secretaria de Extensión y Proyectos Digitales de Cultura UNAM y responsable de la plataforma Cultura en Directo.UNAM.
CREATIVIDAD
José Rovirosa fue un documentalista que dio sus primeros pasos en el cine en el antiguo Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM.
Filmó trabajos como Nuestro idioma (1969), Ayautla (1972), Palacio de Minería (1975) y Perdón… investidura (1991), este último reconocido con el Ariel.
Con el fin de rendir homenaje a esta figura nacional y de impulsar a jóvenes cineastas interesados en el género, el premio que lleva su nombre fomenta la creatividad y el ojo crítico, elementos necesarios para la producción de los trabajos documentales.
(Con información de Gaceta UNAM)