Es necesario que la democracia vea por el bien común

La solución está en la formación de liderazgos que permitan generar una ciudadanía activa, aseguró Joan Tronto

El mundo requiere de una nueva democracia de cuidados basada en las responsabilidades colectivas y en políticas públicas encaminadas a proteger el bien común, aseguró la profesora emérita de Ciencias Políticas de las universidades de la Ciudad de Nueva York y de Minnesota, Joan Tronto.

Al dictar la conferencia magistral: Escapar del mal cuidado, escapar de la injusticia, organizada por el Seminario Cuidados para la Vida y el Bien Común del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, la especialista en política de cuidados señaló que es necesario encontrar una forma de hablar sobre nuestras responsabilidades colectivas de manera que podamos entender qué estamos haciendo mal en la forma de cuidar a otras personas y cómo nos estamos cuidando a nosotros mismos.

“Tenemos que admitir nuestros propios límites y aprender unos de otros sobre qué tan bien nos estamos cuidando y cómo podríamos cuidarnos mejor como sociedad, reconociendo el mal cuidado hacia nuestras familias, el mal cuidado de la Tierra y propiciar acciones de seguridad a fin de reducir los daños, acercando al Estado hacia una postura que sirva a los intereses de todos.”

Aseguró que hoy en día vivimos en sociedades injustas e indiferentes y en ese contexto, no importa mucho el cuidado, si seguimos actuando de una manera que perpetúa esa situación y no hacemos nada al respecto.

La experta comentó que en este proceso se presenta un factor al que llamó “el chantaje de la protección y la pérdida de la responsabilidad”, en el que mediante la lógica de la protección, el Estado degrada a los miembros de una democracia a ser dependientes dentro de una jerarquía de protector y protegido.

Descontento según Jean Tronto
Asimismo, Joan Tronto destacó que entre la mayoría de los jóvenes hay un descontento con la democracia debido a que ni los partidos políticos, las elecciones o los parlamentos están plasmando suficientemente las preocupaciones de la gente con respecto al cuidado y a la justicia, y las instituciones se niegan a cumplir con su responsabilidad y a rendir cuentas.

La solución a todos estos problemas se encuentra en la formación de liderazgos que permitan generar una ciudadanía activa que se involucre en el tema de las prácticas de cuidado ordinario y en las discusiones sobre responsabilidad de cuidado.

Insistió en que la esperanza de arribar a una democracia cuidadora, no puede ser perfecta ni producto del consenso, pero es una manera de avanzar en la transformación de ciudadanos receptores pasivos a ciudadanos activos que nos puedan acercar a un futuro más justo, democrático y sobre todo cuidadoso.

Por su parte, Estela Roselló Soberón, coordinadora del Seminario de Cuidados para la Vida y el Bien Común del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, en nombre de los organizadores de esta conferencia, requirió a toda la comunidad universitaria a asumir una corresponsabilidad social y ética, con un enfoque en cuidados, que promueva el bienestar, la inclusión, la igualdad, la justicia, la paz, la salud, la dignidad y la conservación de la vida y del planeta en su conjunto.

“Convocamos a toda la comunidad universitaria a promover la articulación de los conocimientos y saberes que producimos en nuestros espacios académicos y docentes con acciones políticas y prácticas cotidianas que hagan posible cualquier tipo de cuidado de la vida y del bien común”, recalcó Joan Tronto.

Igualmente, se emplazó a las autoridades universitarias a impulsar el enfoque educativo epistemológico y ético de vanguardia en que concentren todos los esfuerzos, como grupo de investigación transdisciplinar, para que la UNAM se convierta en el modelo de comunidad de cuidados para la vida y el bien común en nuestro país en América Latina y en el mundo.

Se trata de un llamado a construir y promover una nueva mirada, una nueva conciencia social y una nueva sensibilidad cultural para habitar el mundo, reconociendo el valor de nuestras interdependencias, así como la necesidad de nuestras corresponsabilidades, manifestó.

“Siempre podemos preguntar al otro qué necesitas para vivir mejor y a partir de ellos actuar para recibir y brindarnos mutuamente apoyo, ayuda, comida, escucha; en pocas palabras, ejercer de manera cotidiana nuestro derecho a dar y recibir cuidados dentro de nuestra comunidad”, concluyó.

(Con información de Gaceta UNAM)

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