El efecto político de las noticias falsas en Estados Unidos

¿Qué tan fácil es cambiar los votos de las personas en unas elecciones?

La respuesta, según concluyen una cantidad creciente de estudios, es que la mayoría de las formas de persuasión política parecen tener muy poco efecto.

Esta conclusión puede parecer disonante en un momento en que la gente está preocupada por los efectos de las noticias falsas que inundaron Facebook y otros medios en línea durante las elecciones estadounidenses de 2016.

Los observadores especularon que esa información falsa inclinó la balanza electoral a favor de Donald Trump.

También se ha sugerido que hubo efectos persuasivos importantes que se supone llevaron a Trump a la victoria debido a publicidad en línea de la empresa Cambridge Analytica y el contenido promovido por bots rusos.

Queda mucho por aprender sobre los efectos de este tipo de actividades en línea, pero la gente no debe suponer que tuvieron efectos enormes.

Por ejemplo, estudios previos han encontrado que incluso los efectos de la publicidad en televisión (quizá un medio de impacto más alto) son muy pequeños.

De acuerdo con una estimación creíble, el efecto neto de la exposición a un anuncio adicional modifica el voto de un militante partidista en aproximadamente dos de cada 10.000 personas.

De hecho, un metanálisis reciente de distintas formas de persuasión en campañas en Estados Unidos, como correos y proselitismo en persona, encontró que su efecto promedio en las elecciones generales es de cero.

Los experimentos de campo que han puesto a prueba los efectos de los anuncios en línea sobre asuntos y candidatos políticos también han hallado efectos nulos.

No debería sorprendernos: ¡es difícil cambiar la forma de pensar de las personas! Sus votos están moldeados por factores fundamentales, como cuál partido apoyan generalmente y cómo ven el estado de la economía.

Es probable que las noticias falsas y los bots tengan efectos mucho menores, en especial dado lo polarizada que se ha vuelto la política en países como EE. UU.

Para evaluar las aseveraciones que se hacen sobre un efecto persuasivo inmenso de contenido en línea dudoso, esto es lo que debes tomar en cuenta:

Cuántas personas vieron en realidad el material cuestionable.

Se han elaborado muchas estadísticas alarmantes desde las elecciones estadounidenses sobre cuántas veces se compartieron las noticias falsas en Facebook o cuántas veces los bots rusos retuitearon contenido en Twitter.

Estas estadísticas oscurecen el hecho de que el contenido compartido puede no haber llegado a muchos estadounidenses (la mayoría de la gente no tiene cuenta en Twitter y consume relativamente pocas noticias políticas) o incluso a una gran cantidad de humanos (puede que muchos seguidores de bots también sean bots).

Si la gente expuesta es fácil de convencer. Es muy probable que el contenido político dudoso que está en línea llegue a los grandes consumidores de noticias, quienes ya tienen opiniones sólidas.

Por ejemplo, un estudio que realicé con Andrew Guess de Princeton y Jason Reifler de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, mostró que la exposición a sitios de noticias falsas antes de las elecciones de 2016 estaba fuertemente concentrada en el diez por ciento de los estadounidenses con el consumo de información más conservador… que no son exactamente los electores que están indecisos o van a cambiar su voto.

La proporción de noticias falsas vistas por la gente.

La cantidad total de me gusta o de las veces en que se compartieron las noticias falsas y que los bots atraen puede sonar enorme, hasta que se considera cuánta de esa información circula en línea.

Por ejemplo, Twitter informó que los bots rusos tuitearon 2.1 millones de veces antes de las elecciones, ciertamente una cantidad preocupante. Sin embargo, estas representaron solo el uno por ciento de todos los tuits relacionados con las elecciones y el 0.5 por ciento de las vistas de tuits relacionados con las elecciones.

De manera similar, mi estudio con Guess y Reifler encontró que la media de la cantidad de artículos en sitios web de noticias falsas visitados por los seguidores de Trump era del 13.1 notas, pero que solo el 40 por ciento de los simpatizantes de Trump visitaban tales sitios y que representaban solo el 6 por ciento de las páginas vistas de sitios noticiosos.

Ninguno de estos hallazgos indica que las noticias falsas y los bots no sean señales preocupantes para la democracia.

Pueden confundir y polarizar a los ciudadanos, minar la confianza en los medios y distorsionar el contenido del debate público.

Sin embargo, quienes quieran combatir la desinformación en línea deben dar pasos con base en evidencias y datos; no en exageraciones o especulación.

(Con información de Brendan Nyhan es profesor de gobierno y política en Dartmouth College. Siguelo en Twitter: @BrendanNyhan, vía The New Yoirk Times)

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