Democracias occidentales en riesgo por políticos títeres

Se presentan en el escenario político en una suerte de puesta en escena que parece más la de un actor de cine o un modelo de ropa

Ciudad de México. La democracia está en riesgo en Occidente porque están surgiendo oleadas de individuos que pretenden ser líderes políticos con poquísima formación ideológica y “que se presentan en el escenario político en una suerte de puesta en escena que parece más la de un actor de cine o un modelo de alta costura que la de un responsable público, con técnicas de debate copiadas del mercadeo”, dice el filósofo andaluz José Luis Moreno Pestaña (Linares, 1970).

A propósito de la publicación en México de su libro Los pocos y los mejores: Localización y crítica del fetichismo político, publicado por Akal, el catedrático de la Universidad de Granada advierte en entrevista con La Jornada que estas dinámicas empresariales aplicadas a la política que han hecho que prolifere un tipo de partido político fuertemente organizado a través de un líder carismático, donde la estructura intermedia, aquella que permite la deliberación y el debate, ha desaparecido.

Se trata de una situación que, añade, “como decimos en España, tiene las piernas muy cortas, porque puede producir mucha fascinación en el momento, pero luego produce una terrible decepción, pues se trata de personas incompetentes políticamente, reclutadas a partir de redes clientelares o de formas de diferenciación absurdas, como la belleza física. Esto puede producir un impacto muy fuerte en un primer momento, pero acaba en una desilusión enorme”, insistió.

“Proyecto imperfecto, pero potente”

El especialista en filosofía moral considera que es un problema muy grave este modelo que quita potencia y degrada a la democracia, pues “si seguimos llamándolo, precisamente, democracia, corremos el riesgo de que muy pronto la próxima generación comience a ver este sistema político con muchísima distancia.

“Por eso es responsabilidad de las personas que trabajamos en las universidades recordar que la democracia es un proyecto, no perfecto, pero extraordinariamente rico y potente, que lleva recorriendo el mundo desde hace más de 2 mil 600 años y que vale la pena conservar.”

El libro de José Luis Moreno Pestaña fue ganador del segundo Premio Internacional de Pensamiento 2030, convocado por el Institutu Asturies 2030 y el Grupo Editorial Akal, ex aequo con La emancipación de los cuerpos, de Marco Sanz Peñuelas.
Participación colectiva

Para el autor, la alternativa sería “establecer formas de participación política que no estuvieran vinculados exclusivamente a los partidos. La mayoría de las personas están de acuerdo en temas centrales en los que no hay diferencias ideológicas, por lo que éstas no son esenciales.

“También habría que promover la participación más amplia posible e intentar la implicación de la ciudadanía, de los hombres y mujeres más humildes en la gestión de los asuntos cotidianos. Los debates sobre seguridad, cuestiones energéticas o ecología habría que sacarlos de la bronca política y ponerlos en un diálogo entre la ciudadanía y los expertos.

“Para todo lo anterior se podrían utilizar formas y prácticas de la democracia antigua, pero también presentes en las nuestras, como la elección de ciudadanos que rinden cuentas por medio de un proceso de sorteo, para ir renovando los cargos periódicamente, por supuesto, intentando que esas personas que van a ocupar un cargo tengan sus necesidades cubiertas y se les reconozca la labor que hacen.”

El filósofo considera que la pandemia empeoró terriblemente las condiciones de vida de muchas personas, “lo cual ha generado desazón, así como angustia económica y sicológica enormes; desgraciadamente, los modelos políticos populistas de extrema derecha en Occidente y Europa se están aprovechando de esa rabia procedente de la desgracia de la pandemia”.

Por eso, reiteró Moreno Pestaña, “es muy importante buscar combinar la lucha ideológica con un modo que implique lo máximo posible a los ciudadanos, evitando lo peor de la política contemporánea, que son los partidos convertidos en empresas y en redes clientelares”.

Para el investigador, el financiamiento con recursos públicos a algunos partidos políticos “es un proceso de apropiación privada, cercana al latrocinio, de los bienes públicos. Es terrible. La democracia es incompatible con esa práctica. Los partidos no pueden ser lugares de asalto a los bienes públicos”.

El autor de Los pocos y los mejores también lamentó el modelo ideológico que defiende la derecha radical y extrema, que ha conseguido dar a sus rasgos “un aspecto de rebeldía, rebelión, lucha contra las conspiraciones, contra las multinacionales, lo cual tiene cierta fascinación entre los jóvenes, como si lucharan contra la Matrix.”

Otros libros destacados del filósofo son: Moral corporal, trastornos alimentarios y clase social (2010), Foucault y la política (2011) y La cara oscura del capital erótico: Capitalización del cuerpo y trastornos alimentarios (2016).

(Con información de La Jornada)

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