Campuzano y Umar: el arte, un campo de batalla por la libertad
El Museo Universitario del Chopo será el escenario de un poderoso diálogo entre la obra multidisciplinaria de dos artistas que se mueven entre el arte y el activismo: Giuseppe Campuzano (Lima, 1969-2013) y Ahmed Umar (Sudán, 1988). Sus propuestas cautivan desde ricas representaciones visuales con las que confrontan estructuras normativas de género. Lo hacen desde la convicción de que la belleza, nuestros cuerpos y el arte tienen una dimensión pública.
En la instalación Línea de vida de Giuseppe Campuzano (integrada por un archivo con fotografías, réplicas de objetos, textiles, pinturas, serigrafías, video y otros materiales) y la exposición La verdad no es un escándalo de Ahmed Umar (integrada por Talitin. El tercero, Llevando la cara de la fealdad y la más reciente que da título a la exhibición) es una muestra de la creación híbrida de dos artistas de generaciones diferentes, reunidos por primera vez y cuyo centro ha sido la afirmación de la libertad.
En estas propuestas hay vasos comunicantes: “Son experiencias creativas que parten de la vida misma. Ambos han utilizado el arte para responder a violencias que ellos han sentido en su propio cuerpo. Y se presentan recordándonos el poder de las imágenes, cómo afectan nuestros cuerpos, nuestras estructuras del deseo, nos invitan a construir relaciones de otro modo, cambiar el lenguaje, la manera de mirar y estar en un lugar”, expresó Miguel A. López, curador en jefe del Museo Universitario del Chopo.
López, también investigador y escritor reconocido internacionalmente, explicó que Giuseppe Campuzano fue un activista, drag queen, filósofo, activo en Perú entre la última década del siglo XX y la primera del XXI, que desarrolló un proyecto pionero titulado “Museo Travesti del Perú”, en el cual propone una revisión histórica desde la experiencia travesti.
“El ‘Museo Travesti del Perú’ surgió con la voluntad de intervenir en la vida pública y el debate colectivo, y ha significado un punto de quiebre en la discusión política sobre género y sexualidad en Perú. Campuzano estaba haciendo historia, a través de un método no convencional hizo una cuirización de los métodos historiográficos, porque él no buscaba el cuerpo travesti identificable en el pasado, sino que estaba travistiendo el pasado”.
Ahmed Umar, agrega el curador, es un artista nacido en Sudán que vive actualmente en Noruega, viajó a este país como refugiado político en 2008, ya que en Sudán la homosexualidad es ilegal. “Y a partir de esa experiencia ha hecho del arte y de las imágenes su principal campo de batalla. El impacto de su obra ha sido global, es un artista que está colocando preguntas sobre cómo imaginar modelos religiosos y espirituales en diálogo con la disidencia sexual”.
“Estamos –afirma López– ante dos proyectos que subrayan el rol público de las imágenes, la manera en que las representaciones son capaces de confrontar formas rígidas de pensar la vida, la sociedad, el cuerpo, la identidad y la sexualidad. Nos hablan de colectividad, resistencia, memoria y belleza, como lugares en los cuales perviven y es posible imaginar un futuro”.
Lo que el público encontrará en Línea de Vida de Giuseppe Campuzano, describe Miguel A. López, “es la formalización didáctica del ‘Museo Travesti del Perú’, en la cual se establece una línea de tiempo, que parte de 400 años antes de Cristo hasta los años 80 del siglo pasado, y en la que Giuseppe construye una arqueología del cuerpo travesti y nos invita a pensar que su trayectoria es mucho más amplia de lo que imaginamos”.
En el caso de Ahmed Umar, “se presentarán tres cuerpos de obra producidos entre 2018 y 2024, integrados por objetos, fotografía y video: Llevando la cara de la fealdad (2018), retratos y entrevistas a personas de la comunidad LGTBIQ+ en Sudán; Talitin. El tercero (2023-2024), que parte de una danza nupcial sudanesa, exhibida en la Bienal de Venecia; y una pieza producida para la Bienal de Toronto: La verdad no es un escándalo (2024), videoinstalación donde Umar interpreta canciones de amor sudanesas con un trasfondo encubierto”.
Miguel A. López afirmó: “La oportunidad de verlos en un museo representa el reclamo de este espacio como un lugar vital para la redefinición de lo público y el fortalecimiento de los proyectos democráticos, las libertades y el compromiso colectivo. Nos permiten seguir creyendo que el arte es un lugar en el cual se libran batallas decisivas para el presente.”
Línea de vida de Giuseppe Campuzano y La verdad no es un escándalo de Ahmed Umar se exhibirán en el Museo Universitario del Chopo, a partir del 1° de febrero.
(Con información de Gaceta UNAM)