Vuelven 50 empresas mexicanas desde Asia a México

Las fábricas regresan sus plantas a América del Norte porque sus clientes requieren los productos en tiempo y forma

Ciudad de México. China dejó de ser el centro manufacturero para 50 empresas mexicanas, las cuales están sacando algunas de sus fábricas del continente asiático para traerlas a los polos industriales de México.

“Hay 50 empresas que están regresando plantas productivas de China a México”, reveló José Gerardo Tajonar Castro, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).

Las plantas que están saliendo de China pertenecen a la industria automotriz, textil y proveedores para la manufactura. “Son empresas mexicanas con marcas reconocidas por nosotros de toda la vida”, dijo el dirigente empresarial.

Entre los empresarios involucrados hay un asociado a la ANIERM muy importante en la industria de la construcción en el país, quien está viviendo el ejemplo claro del nearshoring, afirmó a Forbes México.

“Este asociado ha tenido alrededor de 22 industrias, de las cuales en este momento tiene 20% en México y un 80% en China, ahora nos dio la información de que regresa 12 plantas a México”, contó el también presidente de Trade Point México.

Tajonar Castro puso de ejemplo una famosa marca de brochas que se venden a Centroamérica y Sudamérica; antes de hacían en México, pero en un momento, su fabricación se fue China cuando la maquila de allá mejoró su calidad.

“Nos decían que la diferencia entre la brocha mexicana y china es que (la primera) no la puedes despelucar. Los importadores y exportadores despelucaban a la brocha china hace algunos años y hoy día China tiene una producción eficiente y de alta calidad”.

La empresa mexicana de brochas sacó entonces sus fábricas de México y se las llevó a China, desde donde produce y distribuye a todo el mundo; sin embargo, hoy busca regresar al país.

“Hoy otras empresas están trayendo a las industrias a México, porque desde aquí hay una eficiencia en las entregas y los costos, así como la competitividad en la logística”, mencionó.

Las empresas mexicanas están regresando sus plantas a América del Norte porque sus clientes en Estados Unidos ya requieren los productos en tiempo y forma, destaca el presidente de ANIERM.

Ahora hay una gran oportunidad en la atracción de empresas estadounidenses, las cuales requieren de quien les ayude al softlanding, a constituir sus compañías y certificar registros de normas oficiales, aseguró Tajonar Castro.

“Hoy México es el centro logístico y desarrollador de la manufactura, que se está regresando desde Asia por el nearshoring”, manifestó el líder del sector de comercio internacional.

El crecimiento acelerado del nearshoring implica la implementación de estrategias comerciales, legales y fiscales, a fin de obtener ventajas tanto económicas como logísticas, ya que ahora las empresas pueden tener su producción cerca de los clientes, ahorrar en costos y gastos de mano de obra, así como contar con mejores productos.

El nearshoring —la tendencia de las industrias trasnacionales a instalar sus líneas de producción en países cercanos a sus mercados principales para reducir costos— es también una gran oportunidad para el crecimiento de la economía mexicana, al menos durante la próxima década, expresó Sergio Ríos Martínez, ejecutivo especializado en comercio exterior y ex director general de Atracción de Inversión de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) del Gobierno de Jalisco.

México, detalló, tiene las condiciones óptimas para aprovechar esta relocalización industrial.

“Tenemos mayor apertura comercial, una estructura económica mucho más diversificada y gente mucho más preparada”, afirmó el exfuncionario. “Se viene un tsunami y ésta es la década de México”.

El potencial económico de México es el principal factor que consideran las empresas para instalarse aquí. “El inversionista minimiza la parte política, que posiblemente tenga un costo, pero es la parte económica la que ve con mucho entusiasmo”, apuntó Ríos Martínez.

“El nearshoring, impulsado en buena medida por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), beneficia al país, incrementando la llegada de inversiones extranjeras, así como la competitividad de jugadores en el mercado, mejorando los tiempos de respuesta y reduciendo riesgos importantes al consolidar las cadenas de distribución”, declaró a su vez Diego Gómez-Haro, socio del despacho Sánchez Devanny.

Añadió que como sucede en todo tipo de inversiones, incluyendo las relacionadas con nearshoring, éstas abarcan una amplia gama de ámbitos legales, incluyendo aspectos corporativos, fiscales, laborales, de comercio exterior, inmobiliario, energía y regulatorio, entre otros.

Saber cuáles son los ámbitos más relevantes dependerá de diversos factores, entre los que destacan la identidad y nacionalidad del inversionista, el tipo de negocio y los requerimientos que tendrá, estructura de inversión y financiamiento, y en caso de aplicar, el plan de salida, para determinar la adecuada estrategia legal fiscal a cada caso en concreto.

Además de identificar el tipo de operación y mercado que se busca atender, buscando alternativas y aterrizar modelo de negocio óptimo para la situación en concreto.

(Con información de Forbes México)

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