Urge prevenir deserción escolar por la pandemia
Plantean especialistas que las políticas públicas reconozcan las trayectorias reales y no las ideales que desarrollan los estudiantes
Expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) alertaron que prevenir una alta tasa de deserción ante el impacto del Covid-19 en la economía de las familias y de la propia escuela, demandará acciones innovadoras que reconozcan que la pandemia “no sólo evidencia la desigualdad y las diversas formas de exclusión que padecen millones de niños y adolescentes, sino que las hizo más profundas”.
En el seminario virtual “¿Cómo garantizamos la continuidad de trayectorias educativas durante y después del Covid-19 en América Latina?”, enfatizaron que se requiere fortalecer el aprendizaje socioemocional de los estudiantes, garantizar condiciones materiales y económicas para un regreso seguro a las aulas; flexibilizar los contenidos curriculares y apoyar a docentes y directivos para afrontar una “nueva realidad que lo ha cambiado todo en las escuelas”.
Catalina Opazo, de la oficina de la Unesco en América Latina, señaló que ante la nueva realidad educativa se debe pensar las trayectorias educativas “desde la perspectiva del alumno y cómo impacto la pandemia su proceso formativo, su experiencia vital, las condiciones estrés, duelo o crisis que pueden enfrentar, porque debemos hacer transformaciones profundas, entre ellas que las políticas públicas reconozcan las trayectorias reales y no las ideales que desarrollan los estudiantes”.
Vicenzo Placco, especialista en en educación de la oficina regional de la Unesco, señaló que el Covid-19 impondrá una “reinvención de la educación, porque la escuela no volverá a ser como era antes”.
Agregó que la respuesta del sector educativo a la pandemia también dejo ver con claridad la potencialidad y las limitaciones de la educación a distancia, tanto para el desarrollo de habilidades fundamentales como aquellas que son transferibles.
En el futuro, consideró, habrá un mayor desafío para la integración de una modalidad mixta o híbrida de la educación –presencial y a distancia—que pondrá a prueba las capacidades de los sistemas educativos, y en donde se deberá considerar a la tecnología como una herramienta, “pero no como la solución a todos los problemas”.
(Con información de La Jornada)