Unidad nacional, única vía para enfrentar retos: Sedena
Tras la victoria del 5 de mayo, quedó claro que, sin importar la superioridad del enemigo se le podía vencer con unidad y convicción patriótica
Ciudad de México. “Hoy más que nunca estamos convencidos de que la unidad nacional es el único camino para hacer frente a cualquier reto o desafío”, aseveró el General Secretario Luis Cresencio Sandoval durante la ceremonia por el 159 Aniversario de la Batalla de Puebla.
Además, dijo, esta batalla significó un hito al gobierno para defender a la República y también para ilustrar la primera misión general actual del ejército mexicano y fuerza aérea: defender la integridad, la independencia y la soberanía de la Nación, “misión que invariablemente seguiremos cumpliendo”.
Frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, el general hizo un recuento de cuando tropas francesas pretendían ultrajar la soberanía nacional, y señaló que este tipo de conmemoraciones nos recuerdan que “todos defendemos la misma bandera y la misma patria”.
“Juntos, gobierno, pueblo y fuerzas armadas, constituimos una gran fuerza para hacer frente a cualquier desafío”, para trabajar en favor de un mejor futuro para las nuevas generaciones y el progreso del país.
“Juntos, gobierno, pueblo y fuerzas armadas somos una gran fuerza que en momentos decisivos, con voluntad y unidad nacional realizaremos por el bien de nuestro país grandes hazañas como los de Puebla”, expresó.
Aunque fue la confrontación armada más importante de nuestra historia contra un invasor se preservó la dignidad nacional y se venció al ejército considerado en aquella época como el más poderoso del mundo.
La proeza – señaló desde el patio Mariano, en Palacio Nacional- fue lograda con el patriotismo, el valor y arrojo del soldado mexicano que junto al pueblo respaldó al presidente Juárez y enfrentó cuerpo a cuerpo, en la primera línea de combate a los invasores, impidiendo su avance.
Ese día el pueblo se vistió de soldado para engrosar las filas del ejército de oriente, hombres que sabían que lo principal era salvar a la patria.
Por parte de gobierno de la República – prosiguió el general Sandoval- estaba un patriota, estadista de origen humilde, el presidente Benito Juárez, cuyo llamado fue indispensable para preservar la identidad mexicana.
Por la parte militar, el general Ignacio Zaragoza supo conducir con destreza al pueblo y a las tropas mexicanas en la defensa de la patria logrando la cohesión de ambos a pesar de que la mayoría eran ciudadanos no militares profesionales, provenientes de todos los rincones de nuestro territorio.
“Se trataba del pueblo y del ejército, unidos contra un enemigo con mayores recursos, adiestramiento y experiencia de combate. Pueblo y ejército iniciaron la batalla con grandes desventajas orgánicas y materiales.
“Sin embargo, durante el combate de manifiesto su fortaleza moral inspirada en la lealtad, disciplina, honor, honradez, espíritu de cuerpo, valor y un acendrado patriotismo, virtudes fundamentales para el triunfo y que hoy persisten como base axiológica en los miembros del ejército mexicano”, dijo frente a integrantes del gabinete del Ejecutivo federal.
La victoria alcanzada en Puebla forjó un férreo espíritu militar en aquellas generaciones de mexicanos, con tal magnitud que fue capaz de impresionar al mundo y dio tiempo al gobierno constitucional de Benito Juárez para preparar la defensa de la República y sobre todo permitió confirmar a México como una nación libre y soberana.
“Así se arraigó en el pueblo el sentido de pertenencia y la identidad, característicos en nuestra esencia como mexicanos. El 5 de mayo de 1862 quedó de manifiesto una de nuestras mayores fortalezas en nuestro país: la unidad nacional.
“En esto radica la importancia de esta batalla que es la más significativa de nuestra historia. Con la batalla de Puebla, México aprendió que unido puede enfrentar y vencer cualquier amenaza contra su integridad y su existencia.
“Después de la victoria de Puebla nuestro país fue otro, porque con la noticia del triunfo que se esparció con rapidez, quedó claro que sin importar la superioridad del enemigo, con unidad y convicción patriótica se le podía vencer”, relató.
(Con información de La Jornada)