Reprueba AMLO el asedio de Bolivia a embajada de México
El mandatario indicó que con la hipervigilancia se viola el derecho de asilo y las convenciones para proteger a personas en embajadas
En el caso del asedio policial a la embajada de México en La Paz, Bolivia, hubo una situación violatoria del derecho internacional, dijo hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario expresó que se violaba el derecho de asilo y las convenciones para proteger a personas en embajadas.
Recordó que hay un protocolo que regula ese asunto y había demasiada seguridad en el caso de la sede diplomática de México en Bolivia (más de 150 policías, según los informes).
López Obrador recordó que la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió ayer un comunicado expresando la preocupación del gobierno al respecto y tengo noticias de que ya esa presencia policial aminoró considerablemente y varió esa situación de vigilancia extrema en nuestra embajada, dijo.
A una pregunta de si se va a reconocer no al gobierno de facto insistió en que ello corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Demanda de Bolivia
La policía de Bolivia demandó la entrega de «las personas refugiadas» en la embajada de México en ese país, ya que «tienen que responder ante la justicia».
El comandante departamental de la policía de La Paz, William Cordero, afirmó que sus elementos no acosan a los exfuncionarios del depuesto presidente Evo Morales ni a los funcionarios diplomáticos mexicanos.
«Más bien ellos (los funcionarios mexicanos) deberían colaborar con la justicia boliviana y entregar a las personas que se refugian al interior de la legación diplomática», declaró este mediodía a la Agencia Boliviana de Información (ABI).
La posición del jefe policiaco sigue a la protesta pública de la cancillería mexicana por el exceso de vigilancia a sus instalaciones e inclusive intentos de revisión al vehículo en que se transportaba la embajadora mexicana María Teresa Mercado.
En la sede diplomática mexicana se encuentran nueve funcionarios del gobierno que encabezó Evo Morales hasta el pasado 10 de noviembre, cuando renunció a fin de evitar el derramamiento de sangre tras las protestas por los resultados que le daban la victoria en las presidenciales del mes anterior.
Del grupo que entró a las oficinas diplomáticas mexicanas el principal centro de interés es Juan Ramón Quintana, quien ocupaba el ministerio de Gobierno a la salida de Morales.
Como otros exfuncionarios, se encuentra acusado de sedición y terrorismo por presuntamente instigar y financiar protestas a favor del exmandatario.
La fiscal Zartina Guardia aseveró el pasado 26 de noviembre que cuatro exfuncionarios del ministerio de la Presidencia ya habían rendido declaración y aportado indicios inculpatorios, por lo que liberó una orden de apremio para la presentación de Quintana.
Sin embargo, la cancillería mexicana recordó la víspera la inviolabilidad de las instalaciones de sus representaciones de acuerdo a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
(Con información de Prensa Latina y El Economista)