Opera delincuencia organizada cárceles de México
Ciudad de México.- Un estudio elaborado por la CNDH detectó que al menos dentro de 64 penales existen áreas privilegiadas donde hay sustancias y objetos prohibidos, donde cientos de internos ejercen control sobre el resto de la comunidad penitenciaria.
Ciudad de México.- En México, las cárceles están bajo el control de los propios internos, reveló el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016 (DNSP) elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“En 66 centros (estatales) visitados se pudo observar un deficiente control en el ejercicio de las funciones de autoridad por parte de los servidores públicos, en actividades productivas, educativas y deportivas, de alimentación, mantenimiento y limpieza, así como el control del ingreso de visitas tanto familiar como íntima, uso de los teléfonos y de la seguridad, situación que vulnera el control que debe tener la autoridad sobre el Centro, favoreciendo la violencia dentro del mismo”, dice el diagnostico.
En el caso de los centros federales, “en 17 de ellos hay insuficiencia de personal, en 14 concurre la carencia de actividades laborales y de capacitación; así como de actividades educativas en 12 de los establecimientos”.
Asimismo, el estudio detectó que al menos dentro de 64 penales existen áreas privilegiadas donde hay sustancias y objetos prohibidos, donde cientos de internos ejercen control sobre el resto de la comunidad penitenciaria.
De acuerdo a Ruth Villanueva, Tercera Visitadora General, las deficiencias más alarmantes son las condiciones de autogobierno o cogobierno, así como la falta de prevención y atención de incidentes violentos.
El diagnóstico señala que en al menos 57 centros estatales existe hacinamiento, con áreas que rebasan de manera importante su capacidad, por ejemplo, en áreas donde deben convivir cuatro personas, se encuentran hasta 30.
Además, “en 55 de los centros (estatales) supervisados se observó que los servicios para mantener la salud de los internos carecen de instrumental médico y de unidad odontológica, así como personal suficiente para atender a los internos y proporcionar atención psicológica”.
Y en “73 locales, existen deficiencias en cuanto a la aplicación de sanciones disciplinarias a las personas privadas de la libertad, al respeto del derecho de audiencia, la certificación de integridad física, la falta de notificación al interno y sus familiares, y la falta de atención adecuada por parte de las áreas técnicas y del servicio médico del Centro durante la aplicación de la sanción”.
(Con información de Regeneración)