Migrantes demandan justicia al presidente de México
López Obrador y el gabinete de Salud se reunieron con los médicos que atienden a los heridos en incendio de la estación migratoria
Ciudad. Juárez, Chihuahua. En medio del caos se dio la protesta de migrantes ante el presidente Andrés Manuel López Obrador en esta urbe fronteriza para exigir justicia por los 39 extranjeros muertos en la estación migratoria el lunes pasado.
Por la mañana, el mandatario anunció en su conferencia en Palacio Nacional que en su visita a Ciudad Juárez se reuniría con los médicos que atienden a los 24 migrantes que aún están internados con distintos tipos de lesiones –11 de ellos graves–, aunque en la frontera no trascendió si el encuentro se produjo.
Lo que confirmó en conferencia la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, es que los titulares de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer; y de los Institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo; y de Seguridad de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno, visitaron algunos hospitales donde se atiende a los heridos.
Por la noche, en Twitter el jefe del Ejecutivo informó: “Tenía programadas evaluaciones del Banco del Bienestar en Tijuana y Juárez. Me acompañaron el secretario de Salud, Jorge Alcocer; y el director general del IMSS, Zoé Robledo, para ver a migrantes hospitalizados en esta última ciudad y mejorar su atención médica. Ojalá sanen”.
En Juárez, y a sabiendas de que durante su gira a la ciudad el mandatario se reuniría con servidores de la nación en el gimnasio del Colegio de Bachilleres, unos 50 migrantes –acompañados por activistas locales– se congregaron pasado el mediodía afuera del recinto demandando diálogo.
Los manifestantes esperaron poco más de una hora a que el jefe del Ejecutivo saliera. Cuando se retiraba a bordo de una camioneta, con la ventanilla abajo para escuchar las demandas, los migrantes comenzaron a gritar: “Que se baje, que se baje”, a fin de exponer sus demandas y la situación que enfrentan.
En medio del desorden se le preguntó si los atendería, a lo que López Obrador respondió: “A eso vengo”. Pero la masa humana se arremolinó en torno al vehículo tratando de impedir su avance, e incluso, pese al riesgo, varios hombres se colocaron al frente en el afán de que no avanzara, aunque poco a poco la camioneta se iba abriendo paso entre los manifestantes.
Ante el caos, el Presidente dijo: “¡De manera pacífica!” Cuando una mujer le reclamaba recibirlos, éste le comentó: “A ti te mandó Maru, mi amor”, en referencia a la gobernadora panista María Eugenia Campos Galván.
Desesperados, los extranjeros –la mayoría venezolanos– lanzaron los documentos con sus demandas a través de la ventanilla, otros colocaron volantes sobre el parabrisas y unos más aventaron botellas de plástico, cartones y otros objetos ligeros que no causaron ningún daño. “¡Justicia, justicia, justicia!”, era su consigna.
Uno de los manifestantes golpeaba el parabrisas del vehículo, por lo que el tabasqueño le reclamó: “No provoques”. Entre empujones y forcejeos con el equipo de seguridad, un hombre cayó frente a la camioneta y su cabeza quedó a centímetros de la llanta. El conductor logró frenar y quedó sólo en un susto.
Servidores de la nación y simpatizantes del mandatario trataron de opacar las protestas y elevaron sus voces con gritos de apoyo: “Es un honor, estar con Obrador”. Aunque algunos de plano lanzaron: “Lárguense, invasores”; y otro los secundó: “Fuera, pinches intrusos”. Eso generó ira entre los migrantes y se dieron algunos forcejeos que no pasaron a mayores.
Por más intentos que hicieron los migrantes y sus acompañantes, la caravana que acompañó al jefe del Ejecutivo y el vehículo en que él se trasladaba logró salir de la desordenada manifestación y dejar el lugar.
“No es protesta, es propuesta”
López Obrador llegó al gimnasio del Colegio de Bachilleres pasadas las 12 horas y abandonó el recinto poco antes de las 2 de la tarde. Posteriormente tomó un avión militar rumbo a Tijuana, donde continuaría sus actividades como parte de la gira que este fin de semana realiza en estados del norte del país.
Desde Juárez, antes de ingresar al encuentro con los servidores de la nación, el mandatario aseguró que se hará justicia por los hechos del pasado lunes. En ese momento, los manifestantes no habían llegado al lugar.
Minutos después de que el Presidente entró al recinto, los migrantes y los activistas que los acompañaron arribaron al sitio a bordo de un autobús en el que habían partido desde el plantón que mantienen desde hace unos días frente a la estación migratoria del puerto fronterizo Lerdo, donde el lunes ocurrió la desgracia.
Con altavoces llamaron a López Obrador a dialogar y escucharlos. “No queremos que esto sea una protesta, queremos plantear al señor Presidente una propuesta, que se acaben las políticas que violan derechos humanos, que no nos ingresen a esas cárceles (estaciones migratorias) y que se haga entender a Estados Unidos que la migración no es un problema, sino un fenómeno en el que buscamos mejores condiciones”.
A manera de homenaje, leyeron en los altavoces cada uno de los nombres de sus compañeros que perdieron la vida en el incidente en el centro migratorio, y tras cada uno de ellos lanzaban la consigna “¡Justicia!”
(Con información de La Jornada)