México busca la paz con impartición de justicia
Los movimientos de izquierda cometían el error de atender lo comunitario, lo colectivo y dejaban cuestión de la familia al conservadurismo
Mérida, Yucatán. En México “no queremos una paz de los sepulcros, queremos una paz que se origine con la impartición de la justicia”, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador ante los 30 premios nobel de la paz que participan en una cumbre en esta ciudad. Les dijo: “queremos conseguir a plenitud la paz, y no queremos una paz lograda con autoritarismo, con el uso de la fuerza”.
En una cena privada en la Hacienda San Antonio Hool, el mandatorio resaltó que el país “busca la fraternidad universal, busca la paz en el mundo”.
Al hacer uso de la palabra -discurso que se escuchó afuera de la Hacienda-, López Obrador resaltó que siempre ha manifestado que la paz es fruto de la justicia, y reconoció que viene de “un movimiento de izquierda progresista que cometía el error de atender lo comunitario, lo colectivo y le dejaba el asunto de la familia (la institución más importante) al movimiento conservador.
Reconoció que “tenemos problemas de inseguridad y de violencia”, que se han querido enfrentar con cárceles, con amenazas de mano dura, con condenas más severas, inclusive con actos más autoritarios, con razzias, exterminio y ha quedado demostrado que eso no funciona. Tenemos que atender las causas de la violencia”.
Afirmó que el ser humano no es malo por naturaleza, “eso es producto de un pensamiento conservador. Lo más importante para el gobierno es que haya bienestar y se atiende como nunca a la gente más humilde; se le da preferencia a los desposeídos.
“Eso y la atención a los jóvenes que fueron discriminados, ahora se les ha garantizado el derecho al estudio y al trabajo”. Y todo esto, acompañado también del fortalecimiento de valores culturales, morales, espirituales, “porque no solo de pan vive el hombre, tenemos que procurar el bienestar material y del alma”. Por eso, dijo, estamos dando atención especial al fortalecimiento del núcleo familiar, “la institución más importante de nuestro país”.
El presidente insistió a los premios Nobel que la familia es fundamental. “Sí tenemos problemas de inseguridad y violencia fue también porque con la crisis se desintegraron muchas familias”.
López Obrador recordó en su discurso a Nelson Mandela y a Frederik de Klerk, premios Nobel de la Paz, por contribuir a poner fin al régimen del apartheid.
“Imagínense estar en la mesa, entre otros nobeles, con Frederik de Klerk, de Sudáfrica, un demócrata ejemplar por su actitud tolerante, respetuosa frente al movimiento que encabezó ese gigante de la justicia y defensa de los derechos sociales, Nelson Mandela. Por eso es muy importante este encuentro, por el significado de la paz y por los protagonistas”.
Agregó que «por eso es muy importante este encuentro -la Cumbre de Premios Nobel de la Paz-, por el significado de la paz y por ser los protagonistas; por quienes han participado y han hecho posible la pacificación de nuestro pueblo”.
“Nosotros”, resaltó, “mantenemos en nuestra Constitución el principio de la solución pacífica ante conflictos y controversias. Es un legado de nuestros héroes,”, especialmente, definió, de Benito Juárez García, “del presidente más grande, más importante que ha tenido México, un indígena zapoteco que resumió el ideal por la paz en una frase célebre: entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es La Paz”.
El presidente también les comentó que llegaron a México en momentos de cambio, de transformación, y es “una bendición” que se esté dando sin violencia, por la vía pacífica.
(Con información de La Jornada)