Los bancos más grandes, más proclives al lavado de dinero
Además, el blanqueo se hace en las casas de bolsa, las casas de cambio y las instituciones de banca múltiple con operaciones comerciales
Ciudad de México. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiene los resultados de la segunda Evaluación Nacional de Riesgos (ENR) de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, donde en el sector financiero se ha detectado que tanto el llamado G7 bancario (BBVA, Santander, Citibanamex, Banorte, HSBC, Scotiabank e Inbursa) como los bancos relacionados con una actividad cambiaria, son los más proclives al blanqueo de capitales.
En la primera edición de dicho documento, elaborada en el 2016, se clasificó a cuatro sectores del sistema financiero como los más proclives al lavado de dinero: el G7 bancario, las casas de bolsa, las casas de cambio y las instituciones de banca múltiple con operaciones comerciales.
En contraste, en esta nueva edición sólo aparecen dos sectores del sistema financiero como los de mayor riesgo: el G7 bancario, que representa casi 80% de activos del sector bancario, y los bancos que realizan la actividad de cambio de divisas.
“Derivado de la metodología aplicada, la banca múltiple conformada por los siete bancos más grandes de México, es el sector con más probabilidad de ser utilizado para realizar operaciones de lavado de dinero”, se puede leer en los resultados preliminares de la segunda ENR cuyo titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo, ha presentado en diversos foros.
De acuerdo con la metodología utilizada por la UIF para ponderar los riesgos del blanqueo de capitales, esta clasificación de alto riesgo registrada por estos dos sectores del sistema financiero derivó de un mayor volumen de operaciones, número de usuarios, montos en transacciones y reportes analizados por esta instancia de la Secretaría de Hacienda, que tan sólo en el 2019 analizó casi 10 millones de reportes provenientes de las instituciones financieras.
“Es importante mencionar que (el G7 bancario) es el sector más regulado”, detalla la segunda edición de la ENR.
Los de riesgo medio-alto
Para esta segunda edición del documento, se clasificó a 10 sectores como de riesgo medio-alto. En el 2016, había sólo cuatro en dicha categoría.
Los sectores clasificados como de riesgo medio-alto según la segunda ENR son: las casas de cambio; la banca múltiple dedicada al crédito a los hogares, las uniones de crédito; los bancos con operaciones comerciales; las sofomes reguladas; la banca de desarrollo; los centros cambiarios; los bancos de inversión; las cooperativas de ahorro y préstamo, así como las financieras populares.
Santiago Nieto Castillo, titular de la UIF, indicó que hay un área de oportunidad legislativa para disminuir el riesgo de operaciones ilícitas en centros cambiarios, ya que actualmente en estas instituciones una persona puede cambiar divisas hasta por el equivalente de 10,000 dólares al día, sin necesidad de presentar identificación.
“Esto es un área de oportunidad, es un riesgo que se tiene que prever, y para eso basta una modificación legislativa”, detalló el titular de la UIF.
El resto
Respecto a las entidades clasificadas como de riesgo medio al lavado de dinero o financiamiento al terrorismo aparecen ocho sectores, en la primera versión había cuatro. De acuerdo con la segunda ENR, las entidades en esta clasificación son: transmisores de dinero; casas de bolsa; operadoras de sociedades de inversión; almacenes generales de depósito; sofomes no reguladas; sociedades distribuidoras de acciones; aseguradoras y las afianzadoras.
Los únicos dos sectores clasificados como de riesgo bajo son las afores y los asesores en inversión. Pese a que los asesores de inversión fueron clasificados con el riesgo más bajo de lavado de dinero, el titular de la UIF indicó que hay una resistencia por parte de estas figuras para adoptar medidas antilavado, por lo que dicha calificación podría ser errónea.
En materia de actividades vulnerables, las obras de arte, la comercialización de vehículos, metales y piedras preciosas, así como los servicios de blindaje, tienen el riesgo más alto de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Contar con una evaluación nacional de riesgos a nivel de país es una de las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional contra el lavado de dinero o financiamiento al terrorismo, con la finalidad se conocer el panorama de una nación al respecto y así poder aplicar los mitigantes de riesgo de blanqueo de capitales.
(Con información de El Economista)