Las rebeldes abrieron camino a derechos políticos de todas
Se honra a las mujeres que con sangre, sudor y dignidad escribieron el primer capítulo de la participación política femenina
Ciudad de México. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, pidió honrar a las miles de mujeres que con rebeldía abrieron el camino para ejercer los derechos políticos de todas.
“Su lucha no fue en vano, sembraron la libertad que hoy cosechamos”, dijo durante la ceremonia para colocar documentos históricos en una cápsula del tiempo que se abrirá en el año 2053, un siglo después del inicio del voto de la mujer.
Esta urna conmemorativa fue denominada “Memoria de la Participación Política de las Mujeres en México” que incluye, por ejemplo, la fotografía de la toma de protesta de la primera Presidenta de nuestro país.
“La transformación tiene rostro de mujer y hacemos memoria de las mujeres que, en épocas de silencio, cuando ni siquiera éramos consideradas ciudadanas, alzaron la voz para escribir con sangre, sudor y dignidad el primer capítulo de nuestra participación política”, destacó la secretaria en la ceremonia realizada en el INE.
Frente a legisladoras y legisladores, así como funcionarios electorales, se refirió a la importancia de recordar a mujeres indígenas, obreras, intelectuales y madres que desafiaron un orden político que las relegaba, “y nos enseñaron que la democracia no se concede, se conquista”.
Por ellas, añadió, “hoy ocupamos escaños, firmamos leyes y gobernamos, no sólo en estados y municipios, sino desde la Presidencia de la República.
“Su sacrificio no fue en vano, convirtieron los sueños de igualdad en cimientos para construir una patria, donde ninguna mujer vuelva a ser invisible”.
En ese sentido agradeció a las sufragistas, cuya lucha nos permite hoy ejercer plenamente nuestros derechos políticos, así como a miles de mujeres que han formado el movimiento feminista.
En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer – este 8 de marzo- la funcionaria dijo que es tiempo de dignificar y honrar a todas las mujeres valientes, mujeres forjadoras de la patria, porque la grandeza de nuestro país no sería posible sin la participación de las mujeres mexicanas.
Ellas, puntualizó, lucharon porque hoy tengamos derechos fundamentales: a la educación, al trabajo digno y bien remunerado, a la salud integral y, sobre todo, derecho a vivir libres de violencia.
Gracias a mujeres como Sor Juana Inés de Asbaje Ramírez, Josefa Ortiz Téllez Girón, Leona Vicario, Carmen Serdán, Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto y muchas más, “avanzamos en el camino hacia nuestra plena emancipación política”.
Mencionó que 2018, con el triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador, no sólo llegó un nuevo gobierno, sino que inició la Cuarta Transformación de la vida pública de México, un proyecto nacional que busca devolver al pueblo el lugar central de la construcción de un país más justo, honesto y soberano.
“Este movimiento está arraigado en la voluntad popular, y es el inicio de una nueva era, donde la esperanza y la participación colectiva son pilares para transformar la realidad de nuestra nación desde su raíz”.
Hoy, agregó, en el segundo piso de la Cuarta Transformación, México está forjando un nuevo proyecto de nación; un país donde el Estado de Derecho no es un discurso, sino una realidad, basada en los derechos humanos, la perspectiva de género y el respeto a la diversidad cultural.
Nuestro objetivo, dijo la secretaria de Gobernación, es atender las causas profundas de la violencia, erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, y poner fin a la violencia de género, que durante décadas ha afectado a nuestras familias.
Este proyecto se sostiene en tres ejes fundamentales: La defensa irrenunciable de los derechos humanos, la igualdad de género y el respeto a la riqueza pluricultural, que nos define como nación.
Por eso insistimos en que hoy las mujeres somos actoras de cambio; transformamos la vida pública de manera radical y hemos demostrado que otra forma de servir es posible, sin máscara, sin privilegios, con la certeza de que ser mujer en el servicio público no es una limitante, sino una fortaleza para reescribir las reglas de la democracia y encauzar los destinos de la patria.
Que el orgullo de ser mujer deje de ser un acto de rebeldía y se convierta en el cimiento de una sociedad más justa y democrática, con respeto a la dignidad de las mujeres.
Desterremos la discriminación en sus distintas formas, el machismo y la misoginia de todos los ámbitos de la vida, para que las niñas mexicanas crezcan en una patria donde se enorgullezcan de ser mujeres.
Y en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, honramos la memoria de las mujeres sufragistas y su lucha por nuestros derechos políticos.
Y agradecer mucho la atención, la invitación, porque hoy vivimos un tiempo histórico.
Compañeras muchas gracias por la invitación.
Muchas gracias que nos permiten servirles, y muchas gracias por su lucha, por su convicción humanista y determinación feminista, que hoy aprovecho para reiterar que estamos juntas.
(Con información de La Jornada)