La muerte sigue ganando terreno por el sismo

Al menos 286 personas fallecieron tras el sismo de 7.1 de magnitud que este martes golpeó al país.

En su cuenta de Twitter, el coordinador nacional de la Protección Civil, Luis Felipe Puente, actualizó la cifra de fallecidos: Ciudad de México registraba el mayor número de víctimas, con 148 muertes.

Mientras que en Morelos se reportaban 73 fallecidos, en el estado de Puebla, donde se produjo el epicentro, se registran al menos 45 muertos, en el Estado de México sumaban 13 muertos, seis más en Guerrero y una en Oaxaca.

La embajada de España en México confirmó la muerte de un ciudadano español, quien estaba en el edificio que colapsó en la calle de Edimburgo 4, en la colonia Del Valle. A su vez, precisó que los familiares del fallecido ya reciben asistencia consular, y serán ellos quienes decidan qué se hará con el cuerpo de la víctima.

El embajador de Panamá en México, Manuel Ricardo Pérez González, confirmó la muerte de una ciudadana de su país debido al sismo. Se trata de Mimi Fergunson, de 55 años de edad, originaria de la Provincia de Chiriquí, Panamá, era ingeniera civil y vivía en la colonia Roma, donde se desplomó un edificio de siete pisos.

Miles de rescatistas seguían escarbando este jueves entre los escombros en busca de sobrevivientes del mortífero sismo.

Los cuerpos de rescate -conformados por militares, policías, bomberos, voluntarios y multitud de ciudadanos- concentraban sus esfuerzos en varios puntos de Ciudad de México, especialmente en una fábrica de textiles, una escuela y varios edificios derrumbados.

En la fábrica, ubicada en el centro, ya había sido removidos muchos escombros. Socorristas cortaban varillas con tenazas y hacían hoyos en la losa para buscar víctimas, entre las cuales hay cinco taiwaneses, algunos familiares del dueño de la fábrica.

Un rescatista dijo que al menos un sobreviviente está dentro de un auto y que lo localizaron porque emitió golpes.

«Supimos que estaba en un carro porque le dijimos: si estás adentro del vehículo, por favor, da tres golpes, dio tres golpes (…), así fue como logramos localizarlo, está debajo de esa losa, están trabajando para rescatarlo», narró el rescatista.

Aunque las autoridades no han dado cifras de rescatados en ese sitio, cuerpos recuperados o desaparecidos, algunos socorristas temen que pudiera haber varios fallecidos porque a la hora del sismo de magnitud 7.1 del martes había mucha gente trabajando en la textilera.

El movimiento telúrico de magnitud 7.1, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por su sigla en inglés), tuvo su epicentro entre los estados Morelos y Puebla y ocurrió solo días después de otro que cobró 98 vidas en el sur del país.

Cientos de socorristas y voluntarios removían enormes escombros con sus propias manos desde minutos después del terremoto. En la noche celebraron el rescate con vida de varias personas que estuvieron atrapadas por horas en una colonia de Ciudad de México, según imágenes de TV.

«¡Sí se puede!», coreaban en medio de la euforia, pero no dejaban de hurgar entre las ruinas mientras se protegían con tapabocas y transportaban restos más pequeños con cubetas. Algunos pedían silencio para poder escuchar los llamados de los sobrevivientes.

Miles de personas pasaron la noche en las calles ante el temor a las réplicas y al colapso de sus dañadas viviendas. Las autoridades alertaron sobre posibles robos a personas y hogares, sobre todo en las zonas donde no hay servicio eléctrico.

Muchos aguardaban en las afueras de las edificaciones derrumbadas noticias sobre amigos o familiares.

«Se cayó el edificio, el 286, hay muchas personas atrapadas. No nos dicen nada (…) Mi esposa está allí, no me he podido comunicar con ella, no me contesta (…) ella estaba en su cuarto», dijo entre lágrimas Juan Jesús García, de 33 años, junto al edificio de seis pisos que colapsó.

Autoridades locales dijeron que varias personas fallecieron en una iglesia en Atzizihuacan, un pueblo ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl en Puebla, que durante el sismo registró una explosión.

Mientras tanto, comenzaban a llegar equipos de rescate de otros estados hacia las zonas de desastre y muchos voluntarios se sumaban a las labores de ayuda.

Decenas de estructuras, entre edificios de departamentos y oficinas, iglesias y colegios, colapsaron o resultaron seriamente dañados, al igual que algunos tramos carreteros.

Vuelve a temblar

Algunos voluntarios llevaban botellones con agua en carros de supermercado para apagar la sed de quienes estaban en labores de rescate.

Unos 4.6 millones de personas quedaron sin electricidad en los estados afectados, dijo la estatal Comisión Federal de Electricidad, aunque por la noche el suministro había sido restituido parcialmente.

Las clases fueron suspendidas en al menos ocho estados mientras se revisan la integridad de las escuelas.

Las autoridades establecieron albergues para aquellos que perdieron su hogar o no podrán volver a su casa a dormir.

Puente pidió a la población no volver a sus inmuebles hasta que sean revisados. El aeropuerto de Ciudad de México retomó sus operaciones tras una breve suspensión.

El terremoto ocurrió horas después de que México hiciera el martes un gran simulacro nacional de sismos para recordar el movimiento telúrico ocurrido en 1985 que dejó miles de muertos.

Varios mandatarios han expresado sus condolencias y solidaridad con México para brindar ayuda.

(Con información de Reuters y Notimex, vía El Financiero)

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