La inflación, al nivel más alto en 10 años en México

El aumento en el precio de productos de consumo generalizado, como jitomate, cebolla y limón, así como la sostenida alza de la gasolina llevó la inflación de agosto al nivel más elevado en una década.

En ese octavo mes del año fue de 0.58 por ciento y, medida en términos anuales, alcanzó 4.9 por ciento, prácticamente un punto porcentual más del límite máximo del objetivo del Banco de México.

El panorama se ha complicado para los consumidores e incluso para la actividad económica. La inflación ha estado durante 18 meses fuera del objetivo del banco central, que es de 3 por ciento, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.

Analistas consideraron que el dato de agosto modifica la expectativa de que la tasa de interés de referencia comenzara a bajar el próximo año. Aumenta, en cambio, la posibilidad de un nuevo incremento, lo que implicaría un mayor costo para los usuarios de tarjetas de crédito y encarece el financiamiento a las empresas, con el consiguiente efecto restrictivo en la actividad económica.

Impulsada por mayores precios en gasolinas, jitomate y cebolla, la inflación en agosto fue de 0.58 por ciento, la más alta para un periodo similar en al menos una década, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el mismo mes de 2017, la variación fue de 0.49 por ciento.

Con ese resultado, la inflación en los pasadosos 12 meses fue de 4.9 por ciento, un nivel menor al registrado en agosto de 2017, cuando se situó en 6.66 por ciento, añadió.

Entre los productos y servicios con más incidencia en el Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el indicador que mide la inflación, los mayores aumentos se dieron en cebolla, con 42.5 por ciento; jitomate, 20.78 por ciento; limón, 24.52 por ciento y la gasolina, con una variación de 2.73 por ciento, reportó el Inegi.

La inflación en agosto se explicó nuevamente por presiones en los precios de frutas y verduras, así como en la gasolina Magna, comentó el área de análisis económico de Banorte.

Eduardo González, analista de Citibanamex, consideró que en los siguientes meses la tasa anual de inflación puede comenzar a disminuir, debido principalmente a una esperada baja de precios agrícolas en septiembre. Sin embargo, añadió, resulta de preocupación la tendencia alcista que mantienen los precios de la energía.

«Por ello, aunque el balance de riesgos para la inflación en el corto plazo parece estar empeorando, el hecho de que la mayor parte de esto se deba a choques temporales que afectan a elementos del índice no subyacente, y que la actividad económica sigue siendo moderada, nos lleva a creer que el Banco de México probablemente mantendrá su postura monetaria sin cambios durante el resto del año», dijo.

En cambio, el área de análisis de Banorte consideró que como consecuencia de la dinámica de inflación en agosto se espera que el banco central decida en la reunión de política monetaria convocada para el 4 de octubre aumentar en un cuarto de punto, a 8 por ciento, la tasa de referencia.

«A pesar de que, en nuestra opinión, la junta de gobierno del banco central no se ha mostrado dispuesta a continuar con el ciclo alcista de tasas, consideramos que existen factores que han puesto mayor presión para aumentar de nuevo su tasa». Entre ellos, citó, mayor incertidumbre en mercados emergentes, en particular Argentina y Turquía; una esperada alza de tasas de interés en Estados Unidos; y potenciales presiones por el aumento en las tarifas de peaje en carreteras.

(Con información de La Jornada)

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