Inversionistas extranjeros y nacionales van por ‘México’

Ciudad de México. Entre los inversionistas “hay apetito por México”. Visto en el mediano y el largo plazo “el país es una gran oportunidad de inversión”, afirma Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente de BBVA.

El banquero lo tiene claro: en un lapso de 2 años, una vez resuelta la incertidumbre comercial internacional, se debe haber creado una política que tenga como objetivo atraer capital, pues “los inversionistas nacionales y extranjeros están interesados en poner dinero en México”.

Entre los empresarios, aclara, hay una expectativa positiva de que la nueva administración, que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum, apostará por el desarrollo de nueva infraestructura, pues hace falta en sectores como el energético y el de logística. De concretarse, el desarrollo y por ende el crecimiento irá al alza.

En entrevista, previo a la 88 Convención Bancaria, que se realiza los próximos 8 y 9 de mayo, en Nuevo Vallarta, Nayarit, Osuna Osuna, director del banco de mayor presencia entre los que operan en el país señala que la banca sí presta recursos y se puede otorgar mayor financiamiento respecto a los niveles de crecimiento que se tengan.

Con relación al llamado hecho por la jefa del ejecutivo para que los bancos reduzcan sus tasas de interés, detalla que en los últimos años han disminuido, debido a inversiones que han realizado estos intermediarios, pero hay otros factores a considerar, como lo son las pérdidas esperadas de aquellos clientes morosos.

  • ¿Cómo observa el arranque de año?

“El arranque del año desde el punto de vista de la actividad bancaria no se ve mal, aunque sí estamos ya empezando a percibir una desaceleración en el crecimiento del crédito, eso ya lo esperábamos. Es por una incertidumbre muy clara y sigue, sobre todo por dos cosas.

“Por un lado los aranceles, tema que no está nada disipado, a México no le ha ido mal en términos relativos, pero todavía falta mucho para que tengamos claridad de qué va a ocurrir y el impacto de eso está centrado en en las decisiones de inversión.

“Hasta que no haya claridad de qué va a pasar con los aranceles, no habrá inversiones, pero no solamente en México, incluso en Estados Unidos y en muchas partes del mundo, porque no tener las reglas claras del juego.

“Y luego también la incertidumbre viene porque hay muchos inversionistas mexicanos, que nos lo comentan, están también esperando la resolución de lo que ocurra con la reforma del Poder Judicial, que no se va a ver en el corto plazo, esto no se resuelve con la elección que estamos a punto de obtener, sino hasta que se vea claro cómo va a empezar a operar y esto no es un tema menor porque la preocupación es cómo vamos a dirimir controversias en México.

“No es que en el pasado lo hiciéramos perfecto, que fuera muy bueno, tenía muchísimo espacio para mejora, pero parece que al no tener idea de qué va a ocurrir, hay una pausa, y eso lo empezamos a ver desde el último trimestre del año.

  • De extenderse más este freno en la inversión ¿se pueden reducir más las proyecciones de crecimiento?

“Sin duda, porque esto es como un ciclo. Al haber más inversión, hay creación de empleo, ese empleo genera más consumo y se hace un círculo positivo, o al revés.

“O sea, los datos, si vemos el acumulado de crecimiento del empleo, hay una caída de al menos 15 por ciento, sigue habiendo números positivos en la creación de empleo pero menor a lo que se reportaba el año pasado. Si vemos los reportes de la Antad empezamos a ver algunos impactos en el consumo.

“Es es como un ciclo natural y, sobre todo, la pausa de la inversión lo que genera es un menor crecimiento potencial de la economía. Hoy el crecimiento está por debajo de su potencial.

  • Y todos estos anuncios hechos por la administración hasta ahora ¿no ayudan?

“Sí ayudan y el mensaje de la presidente y de todo el gabinete del sector privado es muy positivo. El Plan México es muy positivo, es una gran iniciativa y debe de ser la política pública contracíclica que necesitamos en un momento como este.

“El gran reto que tenemos hoy, el gobierno federal y la industria privada es aterrizar el Plan México, es decir, son muy buenos planteamientos, aprovechando oportunidades que tiene el país, no solamente por la coyuntura, sino cosas que hemos dejado de hacer en los últimos años, infraestructura de logística, carreteras, puertos, aeropuertos, temas de energía.

“Hoy en México la capacidad instalada de generación de energía está empatada con la demanda. Entonces, nos urge empezar a invertir en temas de energía eléctrica y esas son cosas que se deben hacer conjuntamente entre la iniciativa privada y el gobierno, que esos son los mensajes que hemos recibido.También están en todos los proyectos relacionados con las Pymes de embonar las cadenas de proveeduría.

“Y no dejaría de lado el turismo que es súper relevante. Entonces, eso que está en el Plan México, nuestro reto es aterrizarlo, acelerar la realidad del Plan México.

“Tengo una expectativa positiva de que esta administración es una administración de mucha infraestructura, llevamos varias administraciones en donde no hemos podido retar un plan de infraestructura verdaderamente robusto y hoy el principal cuello de botella de crecimiento del país es la logística y la falta de energía eléctrica.

“Déjenme suponer suponer que una vez que pasen los aranceles, México sale muy bien posicionado y toda la idea del nearshoring regresa, en el mediano plazo eso va a ocurrir. Pero si tienes cuellos de botella tan fuertes como energía y logística pues México no va a ser una realidad o no va a poder capturar toda esa oportunidad.

“Estamos en un gran momento para decir: tenemos dos años para hacer una política contracíclica en donde atraigamos inversión en estos sectores que tenemos déficit y que hay una gran oportunidad y hay inversionistas interesados en poner dinero en México tanto nacionales como extranjeros, pues hagamos la tarea conjuntamente.

“Es una responsabilidad de los dos lados, pero hay que terminar de definir también las reglas de qué va a ocurrir en la energía, cómo van a funcionar las nuevas asociaciones público-privadas, todo eso hay que trabajarlo y estamos haciéndolo conjuntamente con el gobierno en este momento”.

  • Este interés por México no se ha ido…

“No, lo que están esperando son las reglas claras de qué va a ocurrir en la energía, en las asociaciones con el gobierno y las licitaciones.

“Entonces, hay formas para que en tanto esta incertidumbre se vaya las cosas vayan caminando, porque hay apetito por México, que visto en el mediano y largo plazo es una gran oportunidad de inversión”.

  • ¿Por qué un plazo de 2 años?

“Los aranceles mínimo durarán 2 años, no se resolverá en mayo. Tenemos una revisión del T-MEC para el 2026 y luego en 2 años, en noviembre del año 2026, también es la elección americana. Este periodo que tenemos enfrente, por un lado la renegociación del T-Mec, por otro lado el de la elección americana, y luego cómo se empieza a aterrizar toda la reforma al poder judicial estatal, no federal.

“Si suponemos que es el escenario central, más nos vale que en el año 2027 tengamos hecha la tarea de todas estas cosas que hoy son un cuello de botella, que los hemos generado nosotros mismos”.

  • ¿Qué ocurre en el tema de las tasas de interés luego del señalamiento de la presidenta?

“La banca sí está prestando y quizá podemos prestar más aceleradamente en función del crecimiento del país.

“Pero no depende solamente del crecimiento, también depende de la formalización de la economía, porque son dos cosas distintas en la medida que somos capaces de demostrar capacidad de pago.

“El negocio de la banca es prestar. Tenemos que seguir las reglas para prestar y las tasas bajan de manera natural y de manera directa en todos los productos que tienen tasa variable.

“No podemos bajar las tasas en los créditos colocados a tasa fija, en las variables hay algo que llamamos spread (los riesgos). Otra cosa es bajar el spread, ese baja cuando los costos naturales del sistema bajan. Esto tiene que ver con las pérdidas esperadas y con los costos operativos de la banca.

“La banca ha venido bajando los costos operativos con la inversión en tecnología y el gran reto que tenemos es bajarla por las pérdidas esperadas. Las pérdidas esperadas son parte inherente a la bancarización.

“Las tasas han venido bajando en muchos productos y en muchos segmentos porque la competencia es lo mejor que ayuda a bajar las tasas y lo vemos en el auto, por ejemplo, lo vemos en las hipotecas.

“Entonces, en eso estamos trabajando y siempre hay espacio para bajar tasas, insisto, es mejor bajarlas por competencia que bajarlas por decreto”.

“Lo que a veces como sociedad hay que entender es que los que pagan, la gente que está en cartera vigente también asume el costo de los que no pagan. Entonces, en la medida que la ejecución de garantías en un país se hace más expedita, más limpia, más rápida, mejoras estructuralmente las pérdidas esperadas”.

(Con información de La Jornada)

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