Gas licuado, por las nubes: otro fiasco de las reformas de Peña

Mireya pagó poco más de 500 pesos por un tanque de 30 kilos de gas LP, tamaño que usualmente compra y mismo que hace un año le costaba cerca de 400 pesos. “Y eso que, para ahorrar, de plano, ya dejamos de usar el boiler”, explica.

A partir de 2017 se liberaron los precios del gas LP, es decir, que dejaron de ser controlados por autoridades mexicanas y están sujetos a partir del precio de referencia internacional y estacionalidad, además de que ya se reconocen los costos de logística y transporte.

Tras esta medida, los precios del gas LP se han encarecido en más de 17 por ciento en el país; en la región norte, el alza se acentúa hasta 30 por ciento.

Esta liberación se presentó como parte de la Reforma Energética y se esperaba una disminución de costos ante las promesas del gobierno, pero no ocurrió así y el incremento acumulado no es lineal con el comportamiento del precio de referencia internacional: en el mismo periodo, los costos internacionales de gas LP bajaron 6.3 por ciento.

Para mayo el precio promedio por kilogramo de gas LP se ubicó en 15.99, de acuerdo a las cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

El 70 por ciento de los hogares mexicanos consumen gas LP, principalmente para cocinar y calentar el agua para bañarse. Algunas familias han cambiado sus rutinas para poder ahorrar ante la escalada de precios.

“En mayo dejé de comprar gas. Yo creo que compraré de nuevo cuando empiece el frío”, sostuvo Yanine, una joven de 28 años, soltera y que vive en un departamento de la ciudad de Chihuahua.

Dejar de consumir el gas durante el verano, cocinar en una parrilla eléctrica, y un horno eléctrico, son algunos de los cambios que hizo la joven que trata de consumir productos frescos o que se puedan servir “fríos”, según narró en un sondeo hecho por SinEmbargo.

“En agosto del año pasado el tanque (de 30 kilos) me costaba como 400 pesos; ahora anda en 500 o más”, añadió la joven.

Otras familias, como el caso de Olivia R. de Ciudad de Juárez, han tratado de ahorrar al cambiar sus calentadores de agua por otros de energías limpias pero el clima extremoso les ha dado unas malas jugadas.

“Yo intenté con el boiler solar, cayó una granizada de esas que nomás acá caen y se dañaron las celdas; mejor me compré un boiler de paso (sic)”, narró.

José Luis, otro ciudadano del norte del país, coincide en que para ahorrar deja de usar el calentador de agua en la temporada de verano: “No tiene caso”, arguyó.

Arturo Carranza, especialista en temas energéticos del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), coincidió en que hay pocos distribuidores, aunque precisó que los precios no bajan porque Petróleos Mexicanos (Pemex) es el principal proveedor de este combustible para los grupos que lo distribuyen y lo comercializan.

Se calcula en México se consumen 710 mil toneladas mensuales de gas LP, de las cuales, 70 por ciento son de producción nacional y el resto importaciones, que hasta antes del año pasado sólo realizaba Pemex.

Explicó que una reducción podrá ser a mediano y largo plazo, pero que se necesita de mayor infraestructura y mayores competidores no sólo en la comercialización sino en proveedores de la molécula de gas.

Falta de transparencia

En México existen mil 200 plantas de almacenamiento de gas LP, que cuentan con un parque vehicular de 6 mil pipas y 18 mil vehículos repartidores de cilindros contenedores, de los cuales hay aproximadamente en circulación 21 millones con capacidad de 20, 30 y 50 litros.

Los grupos caseros Tomza, Nieto, Global Gas y Soni, son los que por años manejaban por lo menos 10 terminales terrestres y marítimas.

Los mercados, para que funcionen en plenitud necesitan contar con información oportuna, en este caso, -por ejemplo- requieren saber cuánto cuesta la molécula del gas LP, en cuánto se va a adquirir y en cuánto la vas a vender; sin embargo, Pemex, aunque publica diariamente el precio de esta molécula, lo hace de forma privada, no pública, explicó.

Por lo que el panorama para el especialista es que el precio se mantendrá sin mayores cambios en el transcurso del año.

Falsas promesas de la reforma energética

Para Miriam Grunstein Dickter, investigadora del Mexico Center Rice University, y del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), el gobierno mexicano cometió el error de prometer una baja de precios con la Reforma Energética y la liberalización, porque lo que hace la liberalización es soltar los precios a las fluctuaciones del mercado y en México el mercado es inmaduro, según explicó.

La investigadora del CIDE coincidió que falta infraestructura para la importación y hay poca participación de los actores en el mercado lo que hace que el gas LP sea caro; sin embargo, para Grunstein Dicket, lo recomendable es que el país caminara hacía el uso de gas natural y voltee a ver a las energías limpias con el objetivo de, en un futuro, dejar de utilizar lo mayor posible el gas LP, el cual “es artificial, pesado y peligroso”, calificó.

(Con información de Sin Embargo)

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