En México manda el pueblo: una auténtica democracia
Tengo problema de una enfermedad cardiaca porque me dio un infarto y ya no puedo forzar más mi pobre corazón, advierte López Obrador
Palenque, Chiapas. El ejercicio del poder sin la participación del pueblo ya se fue al carajo, declaró ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sostuvo que en el cierre de su gobierno ahora sí hay una auténtica democracia: el que manda en México es el pueblo.
Acompañado de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, sostuvo que está orgulloso de haber encabezado un movimiento de transformación en el que participaron millones de mexicanos, pero reiteró que en poco más de dos semanas será un vecino más de Palenque porque debe retirarse, dar un frenazo a su vida pública y cuidar de su salud.
El motor está bien, pero la carrocería ya no anda bien. Cierro el ciclo. Sobre todo tengo un problema de una enfermedad cardiaca porque me dio un infarto y ya no puedo forzar más mi pobre corazón, dijo el mandatario en una ceremonia realizada en la estación Palenque del Tren Maya, donde conmemoró los 200 años de la incorporación de Chiapas a México y dio por inaugurado un hospital del Issste, las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional en esta localidad y el museo de sitio “Alberto Ruz L’Huillier” de Palenque.
Dijo que dos de las satisfacciones que se lleva al término de su gobierno es que logró que el crecimiento económico del sureste del país haya rebasado al del norte y que por primera vez en décadas se redujo la pobreza y la desigualdad en México.
Cómo no voy a estar contento si fueron 50 años de lucha, dale y dale por todo el país, afirmó, y al dirigirse a Sheinbaum Pardo agregó: te voy a pasar la carga a tí. Pero es lo mejor de lo mejor y coreó junto con los asistentes: presidenta, presidenta.
Pidió a los palencanos que cuando se mude no lo vayan a buscar a su finca. “Ya me voy a retirar y voy a venir a vivir aquí a Palenque. Quiero que hagamos un acuerdo, un compromiso, nada de que ‘oye, Andrés Manuel, es que quiero hablar contigo, traigo aquí este asunto’. Ya no voy a poder ocuparme y además, primo hermano, si te abro la puerta a ti, se la voy a tener que abrir a millones de mexicanos. Ya terminé mi ciclo”, externó el tabasqueño.
Sheinbaum celebró que hace dos días el Congreso del estado ratificó la reforma al Poder Judicial y confió que pronto también será aprobada la enmienda constitucional que reconocerá a los pueblos indígenas.
Aseguró que hace dos siglos los chiapanecos decidieron sumarse a México, pero que desde el porfiriato la entidad fue condenada a ser la más pobre y abandonada del país. Hoy estamos en Palenque para reiterar que eso quedó en el pasado, afirmó, pues dijo que durante el gobierno de López Obrador el mensaje de primero los pobres se escuchó fuerte en la región.
Estaba escrito en su destino desde hace 200 años que llegaría el momento en que Chiapas nunca volvería a ser el último, agregó y reiteró su compromiso de que la Cuarta Transformación va a continuar en el país.
El gobernador Rutilio Escandón, que fue recibido entre aplausos de un sector de los asistentes a la ceremonia mientras otros lo abuchearon, aseguró que durante décadas Chiapas era visto como un estado marginal, pero que con las políticas públicas de la 4T se ha convertido en un motor del desarrollo nacional. Ratificamos el deseo de vivir en la gracia de la paz y la fraternidad entre mexicanos, declaró.
Al término de la ceremonia, López Obrador, Sheinbaum y sus comitiva abordaron el Tren Maya rumbo a Calakmul, donde hoy inaugurarán un museo en la zona arqueológica.
(Con información de La Jornada)