El combate a la corrupción es el mandato del voto del 1 de julio: Javier Corral
Ciudad de México. El pasado 1 de julio, el pueblo de México le dio el triunfo presidencial a Andrés Manuel López Obrador y a una gran parte de los candidatos del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) motivado por el hartazgo de la corrupción política, por lo que de ser cierto que la reconciliación nacional tiene como premisa el “perdón y olvido” y el Gobierno de Enrique Peña Nieto queda impune, sería una traición a la voluntad popular, al pueblo que votó por Andrés Manuel López Obrador, afirma el Gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, en entrevista con SinEmbargo.
El pasado 8 de agosto, José Agustín Ortiz Pinchetti, representante de Morena ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México, afirmó que López Obrador no castigará a los funcionarios corruptos de la actual administración. AMLO “va a olvidar y perdonar” e intentará establecer un “borrón y cuenta nueva”, expresó durante una charla con la periodista Carmen Aristegui.
Además, Ortiz Pinchetti tildó como “un error” la investigación penal contra el ex Gobernador priista César Duarte, pues dijo que la persecución “quita recursos y energías que deberían estar destinados al gobierno”.
Javier Corral Jurado, actual Gobernador de Chihuahua, califica como sorpresivas, escandalosas y absurdas las declaraciones del representante de Morena.
“Esta grotesca concepción de la reconciliación lo que haría, de ser cierto, es perpetuar la injusticia. Porque el borrón y cuenta nueva no pudre los problemas o los elimina; al contrario, crecen. […] Cuando el conjunto de esos raterillos saben que se perdona a los grandes ladrones de México, eso en realidad es un aliciente”, comenta el mandatario chihuahuense.
El político panista considera que es preocupante que Ortiz Pinchetti emita este tipo de declaraciones, porque se entiende que son una interpretación de lo que él ha platicado con el Presidente electo.
Corral Jurado explica que todas las transiciones de un régimen a otro o de una época a otra han requerido sí, una dosis de perdón y de reconciliación, pero también están basadas en la justicia.
Establecer un “borrón y cuenta nueva” a la corrupción política, considera, va en sentido contrario a la motivación que tuvieron los mexicanos que votaron por López Obrador: el hartazgo por la corrupción política.
“Ningún gobernante puede perdonar a nombre de las personas, de la sociedad y del pueblo, a quienes le causaron agravios en su patrimonio o en sus derechos humanos”, sentencia.
El Gobernador de Chihuahua expone que la interrogante de fondo es sí Enrique Pena Nieto quedará impune.
“¿Qué tanto y qué realmente piensa hacer López Obrador? ¿Es lo que dice José Agustín Ortiz Pinchetti? Si eso es cierto y si eso es lo que piensa López Obrador –olvidar y perdonar a los corruptos–, ¿otorgarle impunidad a Peña Nieto? ¿No serán sancionados en realidad Odebrech, la ‘Estafa Maestra’, el socavón del Paso Express, la ‘casa blanca’, César Duarte, Etileno XXI, OHL?”, se preguntó el mandatario.
Javier Corral arguye que el castigo de los delitos, desde una perspectiva penal y administrativa, no es una revancha política o un asunto personal, sino una obligación.
Si el nuevo Gobierno no se propone en serio combatir la corrupción y atajar la impunidad, cualquier política, programa o expresión social que plantee estará condenada al fracaso, no tendrá éxito, y entonces se puede complicar incluso todo lo demás, añade.
No obstante, el mandatario de Chihuahua estima que sólo se trata de una falta de claridad por parte de AMLO en el tema de combate de corrupción: “Hay mucha mucha confusión que es necesario aclarar”.
A Chihuahua, dice, le interesa conocer la posición de López Obrador porque la investigación del caso Duarte toca a altas esferas políticas y pone a personajes como Enrique Peña Nieto y Luís Videgaray Caso en el escenario de la operación fraudulenta y el desvió de recursos públicos del priista César Duarte.
“Es una investigación que en función del entramado que descubrió, coloca indiscutiblemente a Enrique Peña Nieto, también como uno de los responsables de estos desvíos multimillonarios. Si alguna investigación ha tocado a los altos niveles de la política en México, esa es la de Chihuahua. De ahí que a nosotros nos interese tanto la definición de López Obrador en este tema”, expone.
Corral Jurado denuncia que Peña Nieto, a través de su Gobierno, ha puesto en marcha toda una operación de protección a Duarte, quien tiene siete órdenes de aprehensión y éstas están detenidas en la Procuraduría General de la República (PGR).
“Está tratando [el aparato gubernamental federal] de conseguirle amparos al ex Gobernador –y lo están logrando–, para tratar de derribar esas órdenes de aprehensión en las solicitudes de extradición y que sólo se le pueda juzgar por otros delitos exclusivamente de la corrupción política local y del enriquecimiento ilícito del ex Gobernador del estado”, considera.
El mandatario insiste en el tema de las declaraciones de Pinchetti para afirmar que el representante de Morena se equivoca al decir que la persecución provoca un desgaste y derroche innecesario de energía. El pacto de impunidad que parte desde la Presidencia de la República es lo que dificulta la sanción y el combate a la corrupción política en México, afirma.
“Se equivoca mi estimado amigo, porque lo que nos ha hecho perder recursos y energía es que Peña Nieto ha blindado a César Duarte, no el empeño ni el profesionalismo de una Fiscalía que ha demostrado ante jueces locales la comisión de delitos por desvíos multimillonarios en Chihuahua, ese es el gran equívoco de esta visión”, asegura.
Javier Corral Jurado, Gobernador de Chihuahua, dice que si el nuevo Gobierno, encabezado por López Obrador, no se propone combatir en serio la corrupción y atajar la impunidad, cualquier política, programa o expresión social que plantee estará condenada al fracaso, no tendrá éxito. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo
–En relación a las declaraciones de Ortiz Pinchetti, ¿Qué impresión tiene sobre la postura que tendrá López Obrador en el tema de corrupción política?
–El discurso de López Obrador, en distintos ámbitos, ha sido que él no va a iniciar ninguna persecución judicial contra nadie y que serán las instituciones las que se encarguen de desahogar los asuntos que ya están planteados. En la Conago [Conferencia Nacional de Gobernadores] él así lo dijo: que los asuntos que ya estuvieran encaminados serían los que tomarían su curso, su trámite, también las [denuncias] que otras organizaciones y grupos de la sociedad. Pero que él, en lo personal, no haría ningún tipo de “persecución”. Yo quiero entender que él habla de no entrar en una cacería de brujas o en persecuciones de carácter político, porque el ejercicio y el cumplimiento de la Ley, en la persecución de los delitos, no depende de la voluntad del Presidente de la República y de si quiere o no hacerlo: está obligado a cumplir la Ley.
(Con información de Sin Embargo)