Deuda por 203 mil millones de pesos dejan gobernadores salientes
Ciudad de México. Las nueve entidades con gobernadores salientes deben un total acumulado de 203 mil 900 millones de pesos, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Esta cifra casi equipara los 212 mil millones de pesos que, hasta el momento, se calcula costará el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la obra estrella de infraestructura del sexenio de Enrique Peña Nieto, con base en el cálculo de la Comisión de Seguimiento del Congreso de la Unión.
Aunque no se refleja en gasto eficiente, los gobiernos de Manuel Velasco Coello (PVEM) en Chiapas y de Miguel Ángel Yunes Linares (PAN-PRD) en Veracruz son los que dejan el nivel de la deuda pública estatal en rojo, revela el semáforo de la organización México, ¿Cómo vamos? con datos al cierre de 2017.
En semáforo amarillo –por estar su saldo de deuda por debajo del promedio nacional del 3 por ciento del PIB– están Morelos (PRD), la entidad que casi duplicó su endeudamiento, Ciudad de México (PRD), Jalisco (PRI), Yucatán (PRI), Puebla (PAN) y Tabasco (PRD). Solo Guanajuato (PAN) reporta una disminución y deuda menor a la nivel nacional, por lo que es el quinto estado con la deuda pública como porcentaje del PIBE más baja del país.
Por la Ley de Disciplinaria Financiera, el nivel de endeudamiento estatal bajó un 10.9 por ciento de 2015 a 2017. Pero el costo de la deuda ha crecido de “manera alarmante”: 27.9 por ciento en el mismo periodo, porque las tasas de interés aumentaron de 5.5 a 8.1 por ciento y eso “afecta” a los estados.
“Si cada vez se destinan más recursos para el pago de la deuda, eso tiene que limitar los proyectos sociales, la inversión pública y son los ciudadanos quienes están perdiendo”, aseguró el investigador Kristóbal Meléndez del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Estas entidades federativas que se encuentran endeudadas y que van a cambiar Gobernador, como todas, tendrán un efecto importante en la tasa de interés; les va a pegar bastante. Habrá que ver cómo seguirá creciendo por los impactos externos y las medidas internas”, dijo el autor del texto “Deuda estatal al cierre de 2017”.
El Banco de México (Banxico) mantuvo la tasa de interés en 7.50 por ciento hace dos semanas, tras una última alza de febrero que la llevó a un máximo de más de nueve años con el fin de frenar la inflación por ahora en un 4.46 por ciento, aún por arriba de lo deseado.
“La alarma sería si el Banxico mantiene las tasas de interés en un nivel en el cual los estados puedan liquidar sus deudas, porque si siguen incrementando entonces no sería cuestión de los gobernadores entrantes, sino del mercado”, determinó Meléndez.
De acuerdo con datos al cierre de 2017, como muestra la gráfica, Chiapas tiene una deuda de 6.70 por ciento de su PIB en comparación con el 6 por ciento de la administración pasada de Juan Sabines y su tasa de interés ronda en 8.3 por ciento. Veracruz adeuda un 4.90 por ciento del PIBE frente al 5.10 por ciento de Javier Duarte de Ochoa, encarcelado por enriquecimiento ilícito. Ambas entidades están por arriba del promedio nacional de endeudamiento de 3 por ciento del PIBE.
Aunque Morelos de Graco Ramírez Abreu está en alerta amarilla porque debe menos del promedio nacional (el 2.60 por ciento de su PIBE), es más que el 1.60 por ciento de su antecesor Marco Adame Castillo y su tasa de interés anda entre las más altas con 8.7 por ciento.
En el caso de la Ciudad de México, la administración de Miguel Ángel Mancera acumuló un endeudamiento de 2.50 por ciento del PIB frente al 2.40 por ciento de Marcelo Ebrard Casaubón; Jalisco, con el priista Aristóteles Sandoval Díaz a la cabeza, reportó 2.20 por ciento del PIB, menos del 2.70 por ciento del de su antecesor el panista Emilio González Márquez, y en Yucatán, gobernado actualmente por el priista Rolando Zapata Bello, acumuló un 1.50 por ciento del PIB frente al 1.10 por ciento de la también priista Ivonne Ortega Pacheco, a quien sucedió en el cargo.
En Puebla, con el panista José Antonio Galí Fayad al frente, el nivel de endeudamiento se reportó en 1.30 por ciento del PIB frente al 1.40 por ciento de su antecesor, el también panista Rafael Moreno Valle Rosas; en el Tabasco del perredista Arturo Núñez Jiménez se debe 0.90 por ciento del PIB, un nivel similar al dejó el priista Andrés Granier Melo, quien el 1 de marzo de este año fue condenado a 11 años de prisión por peculado, y en Guanajuato, gobernado por el panista Miguel Márquez Márquez, la deuda alcanza un 0.90 por ciento de su PIB, menos que el 1.40 por ciento de su antecesor: el también panista Juan Manuel Oliva Ramírez.
Valeria Moy, directora de México, ¿Cómo Vamos?, enfatizó durante la presentación del análisis de semáforo estatal electoral que los estados de Tabasco, Veracruz y Yucatán “tienen un largo camino por recorrer”, ya que además de su nivel de endeudamiento dejan grandes retos en la generación de empleo formal, la productividad laboral y el crecimiento económico.
En contraste, la economía de Guanajuato –desde 2012 cuando el actual Gobernador saliente entró en funciones– ha crecido en promedio 5 por ciento anual (más que el nacional), sobre todo en el sector manufacturero (principalmente en la rama automotriz) en la zona de El Bajío. Además, durante 2017 fue el sexto estado con mayores flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) al recibir más de 8 mil millones de dólares y la informalidad bajó de 59.8 a 52.1 por ciento de los trabajadores, similar al nivel nacional.
Para Kristóbal Meléndez, investigador del CIEP, los 32 estados han hecho “un esfuerzo” por disminuir el monto de la deuda ante la Ley de Disciplina Financiera, una media que busca evitar que los estados se endeuden en gasto corriente en vez de en inversión productiva y que “premia” a los que tienen un nivel de endeudamiento menor con dar la posibilidad de obtener mayores recursos públicos para el rubro de inversión.
Entre los estados en elecciones para Gobernador, según los criterios de la Secretaría de Hacienda, Veracruz y Chiapas son las entidades que tienen un nivel de endeudamiento “intermedio” al ser superior al 4 por ciento del PIB. El investigador expuso que “es un nivel en observación” y “razonable”, pero estos criterios, detalló, “son muy amplios” y flexibles con las entidades federativas.
“Este año fue muy difícil para algunas entidades porque entró en vigor que tienen que hacer los presupuestos de egresos estatales sostenible, es decir, que todo el gasto debía estar respaldado con ingresos y ya no se podía estar financiando constantemente, como se venía haciendo, con deuda”, explicó Meléndez.
¿A dónde fue tanto dinero? ¿Por qué tanta deuda? Con EPN hubo despilfarro, dicen Economistas.
(Con información de Sin Embargo, donde puede leer el reportaje completo)