De 2 mil ejecuciones por año, se pasó a 2 mil por mes

Ciudad de México. La organización no gubernamental Semáforo Delictivo que encabeza Santiago Roel alertó que antes de la declaración de la guerra al narco en el gobierno de Felipe Calderón, en 2008, las ejecuciones atribuidas al crimen organizado “eran de alrededor de 2 mil por año, ahora son por mes”.

Por ello, durante la presentación del informe del primer trimestre de 2018 elaborado por la ONG, propuso un cambio en la estrategia en el combate al crimen organizado, y también dio a conocer que, conforme al reporte de incidencia delictiva, los resultados del primer trimestre del año muestran un incremento en ilícitos de narcomenudeo, feminicidio, homicidio, violencia familiar y robo de vehículos, al tiempo que el homicidio creció hasta en 386% en estados como Nayarit.

“México puede ser un país en paz, es momento de darle vuelta a la página; podemos reducir radicalmente la violencia. Necesitamos entender las causas estructurales y las alternativas de solución; requerimos de un enfoque innovador, pragmático e inteligente”, expresó el director y fundador de Semáforo Delictivo.

Añadió: “Nos preocupa que insistamos en la guerra. Llevamos 10 años de estrategias parciales o equivocadas que nos han metido en una espiral negativa de violencia que ha deteriorado el estado de derecho y la confianza de los mexicanos en sus instituciones, lo cual resulta peligroso”.

Para Roel, las propuestas de los candidatos deben estar orientadas al fortalecimiento del sistema de justicia con estrategias y procesos de implementación efectivos, que alienten la participación de largo plazo y de mejora continua.

“Momento de construir la paz”

Para él, es momento de construir la paz, independientemente de quién gane las elecciones.

Por ello, añadió, “con 25 años de experiencia práctica en procesos de paz en estados y municipios, nos damos a la tarea de hacer esta propuesta de paz que sirva a todos los candidatos, a todos los partidos, a todos los gobernantes y a todos los mexicanos.”

Según el reporte de Semáforo Delictivo, los resultados del primer trimestre del año muestran saldos mixtos. Por un lado, se incrementaron los delitos de narcomenudeo en un 37%; feminicidio en 18%; homicidio 16%; violencia familiar 8%, y robo de vehículos, 7%.

En tanto, el delito de secuestro bajó en 16%; lesiones dolosas 1%; violación 4%; el de extorsión, 9%; robo a casa habitación 7%, y robo a negocio 7%.

Sin embargo, en el tema de homicidio 19 estados tuvieron incremento. Los estados con mayor índice son: Nayarit (386%), Quintana Roo (134%), Guanajuato (114%), Aguascalientes (91%) y Tamaulipas (76%).

A escala nacional, alrededor de 75% de esas víctimas fueron producto de ejecuciones del crimen organizado, cifra similar a la de 2017.

La tendencia, afirma, no es nueva, ya que se observa un deterioro importante a nivel nacional que lleva más de 10 años.

“Estrategia equivocada”

“Dicho deterioro ha sido provocado, fundamentalmente, por una estrategia equivocada, por una guerra frontal contra un mercado de drogas que ni los países consumidores utilizan, y que, además, nos ha distraído de la prevención de la violencia.

“Previo a 2008 –antes de esta guerra– las ejecuciones perpetradas por el crimen organizado eran alrededor de 2 mil por año; ahora son por mes; de ese tamaño es el problema; pero más importante aún es que de ese tamaño es también la solución. Si los entendemos, lo resolvemos.”

Para Roel, la intención debe ser la paz, no la guerra:

“Podemos demostrarle al mundo y, sobre todo, a nosotros mismos, que somos capaces de resolver nuestros problemas con inteligencia y creatividad. Es momento de romper paradigmas. El primero de ellos es este, compartir una visión de futuro positiva y no una visión fatalista.

Después de haber dado a conocer los resultados correspondientes al primer trimestre de 2018, el director y fundador de Semáforo Delictivo, Santiago Roel dio a conocer lo que llamó “Nuevos paradigmas para la paz de México”.

Entre ellos destaca la aceptación del problema; la rendición de cuentas; la modestia en los logros, y la aceptación de la realidad constituyen el primer paso para el saneamiento de cualquier sistema. “Las sociedades y los gobiernos que aceptan y discuten sus problemas con valentía, los resuelven; los que los niegan, ocultan o minimizan, los empeoran”, sentenció.

El enfoque, señaló, debe ser “a sistemas, no a personas, ya que el éxito de un programa no depende de una persona, sino de un sistema y de un enfoque integral. En los casos estudiados se observó que la paz se deteriora cuando los gobernantes intervienen en el sistema, proclaman éxitos y minimizan problemas”.

Luego viene, acotó Roel, “el auto-ordenamiento del sistema, porque los sistemas complejos no se controlan, se auto-ordenan; por ello se debe poner el énfasis en los incentivos correctos. Esto es algo que pocos gobernantes entienden por su afán de controlar, figurar, ocultar problemas y mantenerse en el poder”.

“Información veraz y oportuna”

Una acción más es la “información veraz y oportuna: Todo sistema se auto-ordena con información veraz y oportuna. Se ha observado que el libre flujo de la información incide en la reducción radical de algunos delitos. Por el contrario, se ha observado que la manipulación informativa o el bloqueo de la misma, contribuyen al deterioro de la paz”.

Igual, abundó, se debe dar tratamiento específico a cada tipo de ilícito: “Aunque algunos delitos se traslapan y se entrelazan, cada uno tiene causas y tratamientos diferentes. Hay tres diferentes tipos de delito y cada uno tiene tratamiento diferente: los delitos sociofamiliares (violencia familiar, violaciones o riñas); los patrimoniales (robos), y los de crimen organizado (ejecuciones, secuestro, extorsión, etc.)”.

Luego viene la regulación de drogas como estrategia de reducción de daños, “ya que un mercado no se combate con fuerzas policiacas o militares, sino con principios económicos. Ningún país ha tenido éxito en una estrategia de guerra para reducir consumos ni oferta de drogas. Es urgente regular las drogas para reducir el consumo entre los jóvenes y, sobre todo, para mermar el poder económico y bélico de los grupos delictivos”.

Por ello, apuntó Santiago Roel, “se propone la regulación de la mariguana recreativa y del cultivo de la amapola para producir medicamentos. Esta es la decisión más inteligente y más efectiva para reducir daños y fortalecer el estado de derecho”.

Asimismo, consideró el director de Semáforo Delictivo, el uso de las “fuerzas militares como excepción, no como regla: Si la presencia de fuerzas federales es necesaria, en todo momento, para reducir la violencia, quiere decir que hay una falla fundamental en el sistema o en el planteamiento de una estrategia. En la medida en la que se regulen las drogas y se debilite a las mafias, se hará menos necesaria la presencia de las fuerzas militares en el combate de los delitos”.

(Con información de La Jornada)

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