Corrupción no se soluciona con burocratismo, asegura Merino
Ciudad de México. La lucha contra la corrupción debe tener un carácter integral, partiendo de la base de que no se trata de un fenómeno aislado donde participan unos cuantos funcionarios, sino de una red con múltiples aristas, señalaron los representantes de campaña de las tres coaliciones electorales que competirán en las urnas el próximo 1° de julio.
Durante la presentación del cuaderno Opacidad y corrupción: las huellas de la captura, escrito por el investigador Mauricio Merino, el representante de Andrés Manuel López Obrador, Jesús Cantú, subrayó que “la corrupción siempre involucra redes. Difícilmente es un funcionario el individual, sino la punta de una madeja con muchísimas ramificaciones”.
Ante ello, saludó que existan leyes y normas que buscan combatir este flagelo, pero lamentó que la sociedad civil tenga un papel acotado en el Sistema Nacional Anticorrupción.
Mariana Benítez, vocera de la campaña del priísta José Antonio Meade, llamó por su parte a que los sistemas nacionales de transparencia y anticorrupción se interconecten para funcionar mejor, como parte de una misma lógica, en vez de tratar de resolver la problemática con un decreto o un acto de buena voluntad.
Dante Delgado, representante de la coalición Por México al Frente, coincidió en que la lucha contra la corrupción debe ser integral y no depender únicamente de una persona, y resaltó que la captura de puestos públicos y presupuestos es uno de los principales efectos nocivos del actual régimen político en México.
De su lado, Mauricio Merino –autor del volumen presentado este miércoles—también destacó que la corrupción en México es un fenómeno complejo que no puede solucionarse con burocratismo, pero tampoco con la buena voluntad de una sola persona, sino a través de cooperación entre instituciones y sociedad civil.
“No tengo nada contra la idea de la ejemplaridad (de un líder para erradicar este flagelo), pero es insuficiente. No alcanza a resolver sola el problema, porque la corrupción no sólo es un asunto de valores morales, sino un tema sistémico y estructural que está en la forma en que operan las instituciones”, enfatizó.
Por otra parte, Merino también consideró que tampoco se puede luchar contra la corrupción únicamente con castigos y sanciones a algunos personajes identificables, ni tampoco pidiendo la intervención de organismos internacionales, a partir de la idea de que los mexicanos no pueden resolver sus propios problemas.
Si la corrupción no es vista como consecuencia de un sistema de captura (de las instituciones), sino de un problema de individuos, no podemos tener inteligencia, pesos y contrapesos para convocar al conjunto de la sociedad a luchar” contra este fenómeno, dijo.
(Con información de La Jornada)
