Confía Fonatur en sinergia entre la ZEE y el Tren Maya

A largo plazo, el potencial de captación de capital de las Zonas Económicas Especiales asciende a 42 mil 287 millones de dólares, indican

Cancún, Quintana Roo. Mantener el proyecto de Zonas Económicas Especiales (ZEE), paralelo a la operación del Tren Maya, podría potenciar aún más la atracción de inversiones en las diferentes regiones por las que correrá la vía férrea.

Así lo aseguró Pablo Careaga Córdova, enlace territorial del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para el Tren Maya, quien dijo desconocer las razones por las que el gobierno federal pudiera eventualmente desaparecer este esquema, “simplemente creo que mantenerlo sería mucho más positivo para el tren”.

“Yo sí creo que uno de los atractivos de esta sinergia que pretendemos detonar con el tren es contar con esas Zonas Económicas Especiales, porque por un lado construyes infraestructura que te va a dar conectividad, no sólo de pasajeros, sino de productos, mercancías y materiales, lo cual, acompañado de estas zonas, puede atraer mucha más inversión, por la movilidad que supone para cualquiera que sea el producto que se genere en las distintas regiones por las que cruce la vía”, expuso.

Careaga Córdova indicó que el tema debe verse desde una perspectiva sistémica, “se debe preguntar qué le conviene más al Tren Maya, a Quintana Roo o a todo el país, y desde esa perspectiva tratar de entender qué es lo que el gobierno federal ha detectado para eventualmente determinar que se eliminen las llamadas ZEE”.

Insistió en que para el proyecto Tren Maya, el modelo de integración que se pretende detonar a partir de la vía férrea tendrá mucho más impacto si mantienen los incentivos a la inversión, pues el tren en sí mismo propone modelos de desarrollo integrador tanto en temas de tenencia de la tierra como en igualdad de oportunidades.

El funcionario puso como ejemplo que el modelo de desarrollo en las estaciones del tren partirá de un concepto llamado valor cero de la tierra, el cual implica establecer un costo igualitario para las 1,000 o 5,000 hectáreas que abarque todo el complejo, “para que a partir de la construcción de toda la infraestructura complementaria se vayan revalorizando de manera uniforme todos los terrenos y se entregue dividendos iguales a quienes hayan aportado esas tierras”.

“Este esquema permitirá también la transferencia de potencialidades, es decir, que aquellas tierras que en teoría tengan menor valor que otras se vean beneficiadas tanto de la infraestructura como de la revalorización, una vez que el proyecto comience a operar y generar dividendos”, refirió.

Pablo Careaga destacó que estos esquemas que se pretenden impulsar con el tren harían mucho más sentido si se ven complementados con los incentivos fiscales que ofrecen las Zonas Económicas Especiales.

Cabe mencionar que la semana pasada, Rogelio Jiménez Pons, director general de Fonatur, comentó que “le preocupa la posible eliminación de las ZEE”, y que se debería buscar posibles fórmulas para cambiar el nombre del proyecto o hacerlo perfectible.

Balance

La semana pasada, Rafael Marín Mollinedo, jefe de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informó que se está analizando si desaparece el proyecto, “en dos meses se dará a conocer la resolución”.

Las siete ZEE en el país son Lázaro Cárdenas-La Unión (Michoacán y Guerrero), Coatzacoalcos (Veracruz), Salina Cruz (Oaxaca), Puerto Chiapas (Chiapas), Progreso (Yucatán), Seybaplaya (Campeche) y Dos Bocas (Tabasco).

La Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1 de junio del 2016, manifiesta que la tarea de las ZEE es: “impulsar el crecimiento económico sostenible que, entre otros fines, reduzca la pobreza, permita la provisión de servicios básicos y expanda las oportunidades para vidas saludables y productivas, en las regiones del país que tengan mayores rezagos en desarrollo social, a través del fomento de la inversión, la productividad, la competitividad, el empleo y una mejor distribución del ingreso entre la población”.

Al inicio de la actual administración, se pensó que las ZEE podrían fortalecer sus proyectos para detonar el sur-sureste, como: Tren Maya, zona libre en Chetumal, modernización y construcción de refinerías y rescate del Istmo de Tehuantepec.

El balance de este proyecto es el siguiente: siete ZEE decretadas en ocho estados, marco jurídico federal, leyes estatales, cartas de intención de municipios y entidades avaladas por Congreso y cabildos, convenios de coordinación entre órdenes gobierno, así como los Lineamientos para el Otorgamiento de Permisos, Asignaciones y Autorizaciones.

Al cierre del año pasado, en el corto plazo se identificaron inversiones de 8,234 millones de dólares en las siete ZEE, con una generación de 31,080 empleos directos, cifras que provienen de las 86 cartas de intención que se firmaron con empresas de diversos giros.

Mientras, a largo plazo, el potencial de inversiones ascendió a 42,287 millones de dólares y la creación de 367,909 empleos; las ZEE con mayor monto previsto son Coatzacoalcos (15,925 millones de dólares), Lázaro Cárdenas-La Unión (9,741 millones), Puerto Chiapas (5,818 millones) y Campeche (3,675 millones).

(Con información de El Economista)

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