2020, camino a más pobreza en un México sin esperanza
La riqueza producida en conjunto resulta inferior que el año pasado, se deterioró el empleo, el ingreso y han aumentado precios
México cierra 2020 como un país más pobre, dado que la riqueza medida por los bienes y servicios producidos es menor y que la destrucción de empleos conlleva el deterioro del ingreso de las familias, y más desigual, aparte de la fragilidad laboral, los alimentos han aumentado su precio más que el promedio.
La inversión es un componente central de la riqueza, y esta tendrá una caída muy fuerte, de 19%, estimó Luis Arias, director de estudios económicos de Citibanamex, en continuación de una tendencia de disminución desde 2019, cuando se redujo en 5.1%.
“En términos de la demanda agregada es el componente que va a quedar más dañado y tardará más en recuperarse”.
La inversión es determinante del crecimiento de la economía en su conjunto en el mediano plazo, añadió Arias, pues en la medida en que la generación de capital sea más lenta o si cierra este año con destrucción de capital, la capacidad de producción en adelante será limitada.
El escenario se complica aún más por la caída también de la inversión pública este año, y aunque hay un ligero aumento de la inversión en el presupuesto federal para 2021, el director de estudios económicos de Citibanamex consideró que un eventual faltante de ingresos para el sector público el próximo año haría que la inversión termine cayendo.
Qué se dañó este año
La economía mexicana no estaba en su mejor forma antes de la pandemia, dado que venía de una caída del PIB de 0.1% el año, provocada precisamente por una caída abrupta de la inversión, sobre todo pública, y una desaceleración del consumo, un entorno de incertidumbre por la firma pendiente del T-MEC, tensiones con el presidente de Estados Unidos Donald Trump y decisiones del nuevo gobierno que afectaron el ambiente para la inversión, recordó Arias.
Luego de nueve meses de pandemia, Citibanamex estima que el PIB caerá 8.9% este año, la mayor desde 1932, y pese a que el cuarto trimestre podría arrojar un crecimiento de 1.3%, será ínfimo en comparación con la caída de 12% en el tercer trimestre.
Las actividades con más afectación han sido las relacionados con el turismo y el entretenimiento, y la construcción, que tendrá este año una de sus peores caídas, mientras que en términos regionales el mayor daño es en destinos turísticos como Quintana Roo.
Las finanzas públicas se desajustaron notablemente, con incrementos en la deuda que no estaban contemplados, resultado sobre todo de la devaluación del tipo de cambio y de la caída de los ingresos petroleros, que al mismo tiempo deterioraron los balances ya frágiles de Pemex.
(Con información de aristeguinoticias.com)