-Quiénes son los miserables -Los mismos de antes

Los gobiernos de Morena seleccionan a sus funcionarios y empleados de confianza entre familiares y amigos y militantes de otros partidos

-¿Cuál es tu gracia?

-¿Gracia? dirá desgracia.

-¿Cuál es tu nombre?

-Ah bueno, pues Apolonio.

¿-Aguilar?

-No me alburees, no soy de Sayula ni conozco al Ánima del purgatorio. Apolonio Domínguez para servirte.

–No me chin… ¿Domínguez qué?

-¿Qué de qué?

–Tu segundo apellido.

-Ah… López, como mi presidente, mi subsecretario de salud, mi jefa de auditoria del SAT, mi gobernador, mi subsecretario de gobierno, mi notario público, mi policía de barrio, mi vendedor de billetes de lotería, mi suegro, mi yerno…

-Lo dejamos en Domínguez nada más, el sistema no aceptó el segundo apellido. Te felicito, ya estás en el padrón de militantes, debes votar por Morena en todas las elecciones y en las encuestas que se le ocurran al jefe máximo.

-Trabajaré mucho para que me den chamba en el gobierno.

-¡Pérame tantito, para eso, regístrate en otro partido, aquí no es agencia de colocaciones! Por instrucciones de arriba, los gobiernos de Morena seleccionan a sus funcionarios y empleados de confianza entre familiares y amigos y militantes de otros partidos.

¿Así qué chiste trabajar por Morena?

-El chiste es votar para que los conservadores no regresen al poder (?) y siga gobernando Morena, el partido de los pobres y desempleados.

-Ah Ta´güeno.

El PRI retuvo el poder en Coahuila e Hidalgo. En Coahuila gobierna el PRI, tiene la mayoría legislativa y controla el poder judicial. En Hidalgo gobierna el PRI, tiene la mayoría legislativa y domina en la mayoría de las alcaldías incluyendo la capital. En las elecciones del domingo, el PRI retuvo el poder y atajó el avance que se esperaba de Morena en estos dos estados.

El impacto de esta jornada electoral, conocida como huérfana, es el ánimo renovado de los priistas y el desánimo de los morenistas rumbo al 2021. Morena no avanzó lo que se esperaba. El verdadero perdedor fue el PAN que retrocedió en los dos estados.

Morena denunció compra de votos a 200 y 300 pesos, lo que suena ridículo ante los programas sociales de Bienestar que derraman por cada voto hasta 3 mil 600 pesos mensuales, 43 mil 200 pesos al año. De nada sirvieron estos programas.

Tampoco funcionó el golpeteo mediático contra el PRI por la detención del general Cienfuegos, ni el caso Emilio Lozoya y García Luna, la gente lo ignoró olímpicamente.

El presidente y Morena tendrán que cambiar de estrategia para ganar en el 2021 a menos que quieran exponerse a una derrota miserable, porque esa actitud es precisamente la que está dejando ver mal al gobierno de la 4T.

Los ciudadanos saben bien quién es soberbio, quién es cicatero y quién es miserable y cuando se juntan estos tres defectos en los políticos que gobiernan, la actividad económica se detiene, el mercado interno se contrae, no circula dinero, la gente sufre sin empleo ni ingresos, y si a esto le agregamos una pandemia, pues ya estuvo que es el caos perfecto.

Como diría Patero, personaje popular de mi pueblo en los años 60s, cuando intuía que alguien iba a tomar una mala decisión: “No tío, mejor mañana”.

Pordiositosanto.