Más similares que distintos: el nuevo y el viejo régimen
El partido en el poder, Morena, lleva como lema de campaña el halo misterioso y milagroso de la vacuna contra el Covid-19
SAN LUNES. A propósito de buenos negocios, con todo y pandemia, llegó la hora de la Transición Política como diría mi querido amigo Pepe Zurita, o, dicho de otro modo, es Tiempo de Política como bien señala mi estimado colega, Chava Fernández. Los políticos de carrera revelan sus aspiraciones, los novatos se lanzan al ruedo, una suave brisa de precampaña se deja sentir y los ausentes reaparecen vacunados contra el rechazo popular; todas las acciones y decisiones de los gobiernos municipal, estatal o federal desde las más sencillas hasta las más complejas despiden un tufo electoral que asfixia.
Los primeros interesados en las elecciones y en su majestad, el voto, son los candidatos y los partidos, y los ciudadanos son los últimos en voltear a ver por qué tanta bulla en las calles y por qué en las oficinas electorales la burocracia rompe su largo periodo de hibernación de dos o cinco años para iniciar un trabajo de seis meses antes de volver a taparse con la misma colcha.
Aunque este año van una docena de partidos en las boletas, solo cuatro muestran sus colores y sabores: Morena, el PRI, el PAN y el PRD. El partido en el poder, Morena, lleva como lema de campaña el halo misterioso y milagroso de la vacuna contra el Covid-19 y en sus cuartos de guerra se diseñan mensajes en contra de sus adversarios que son atacados en bola para que salga más barato. Y estos responden de la misma forma, todos contra Morena y Morena contra el PRI-PAN-PRD.
Los morenistas dicen que este año se juega la continuidad del gobierno de la 4T y la oposición considera el proyecto de nación de este partido como irresponsable y pretende recuperar su posición de contrapeso.
El gobierno de la 4T se auto define como diferente, sin embargo, la realidad nos dice otra cosa, hay más similitudes que diferencias, los que gobiernan son los mismos de siempre, provienen de la misma mata que efectivamente ha sufrido cuatro transformaciones: 1. Partido Nacional Revolucionario (PNR); 2. Partido de la Revolución Mexicana (PRM); 3. Partido Revolucionario Institucional (PRI) y finalmente 4. Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En política todos persiguen el poder para beneficios personales y de grupo. Hay una historia muy sencilla que evidencia esta tesis.
SIMILARES Y CONEXOS. Se encuentran cuatro alegres amigos en la cantina, los cuatro muy afortunados pues, aunque el cargo de secretario del secretario no es relevante, cada uno obtiene ingresos sorprendentes de 200 mil pesos mensuales. Militan supuestamente en partidos distintos, sirven a gobiernos diferentes y tienen en común ser protegidos de políticos de altos vuelos, amigos de la infancia. Al calor de los tragos tocan el tema de sus ingresos y cada uno describe como llegaron a tan elevadas percepciones que envidias nos hacen pasar. Licho el priista, relata: “Mi compadre el secretario me dijo: ´vas a ganar 10 mil al mes, pero, te voy a poner donde hay, de ti depende´. No me quejo, con los ingresos extras sumo los 200 mil”.
Lencho el panista le reprocha a Licho el aceptar “mordidas” y se pone de ejemplo de honestidad que dice, se practica en su partido por estatutos. “Mi amigo el secretario –dice Lencho-, me explicó que el sueldo tabular es de 10 mil pesos, pero para evitar tentaciones autorizó un aumento a 200 mil, con lo que se evita caer en actos de corrupción, ahora todo es legal, hasta se puede consultar en la página de Transparencia”.
Lucho el perredista exclama: “¡Eso se llama corrupción!”. Ante tal expresión, Licho y Lencho le exigen a Lucho explique cómo siendo tan legaloides en su partido, él perciba lo mismo: 200 mil del águila. Una carraspera se apodera del perredista antes de explicarle a sus cuates como masca la iguana. “Mi jefe me dijo que mi antecesor, de origen panista, ganaba 200 mil al mes y que lo legal son 10 mil como marca el tabulador, pero me lo dejaba a mi conciencia”. Lucho apura un trago de anís del mono antes de concluir ante la mirada expectante de sus tres amigos.
“Entonces le dije a mi amigo y jefe que los 200 mil son parte de una conquista laboral por la que hemos luchado, que rechazarlos sería violatorio a los estatutos de nuestro partido y una tontería no aprovechar lo que dejaron los tracaleros panistas”. “¿Y qué respondió?”, le preguntaron. “Que estaba aprendiendo a hacer política y me dio un fuerte apretón de mano”.
Enojado, Lesho el morenista, golpea la mesa y exclama: “¡Eso no se vale, ustedes tres son corruptos, están saqueando al país!”. En respuesta le preguntan dónde quedó la austeridad republicana que pregonan si él devenga del gobierno 200 mil como los demás y sin tanto argüende. La respuesta es contundente: “Yo fui priista, panista, perredista y ahora soy morenista de la 4T por lo tanto no tengo porque explicarles pues por el sólo hecho de militar en Morena estoy libre de toda corrupción real o institucional. No puedo explicarles de qué manera logro ganar los 200 mil al mes porque tenemos como consigna no mentir, no robar y no traicionar. Calladitos no incurrimos en ninguna violación a estos principios”.
Moraleja: La política no es ciencia ni es arte, es un negocio.