Liquidación de fin de sexenio no será necesariamente “Buen Fin”
VIERNES SOCIAL 1. En los años 60-70s, cada diciembre, los alcaldes liberaban a los presos por delitos menores; actualmente el gobierno federal libera a los peces gordos. Antes de Navidad los alcaldes hacían una limpia en la cárcel municipal, les concedían el perdón por las fiestas navideñas a los encerrados por embriaguez, escándalo, pleito de mercado, robo por necesidad y otros delitos, advirtiéndoles que su encierro era un escarmiento. En los tiempos actuales, cada fin de año o de sexenio, quedan en libertad presos políticos, enemigos del gobernante en turno, pero, sobre todo, sus amigos, esos altos ex funcionarios encerrados por fraude, peculado, evasión fiscal, asociación delictuosa, cohecho, abuso de autoridad, malversación de fondos, usurpación de funciones, etcétera. La autoridad argumenta fallas en el proceso, falta de pruebas, resarcimiento del daño, denuncia extemporánea o procedencia del amparo, y libres pueden seguir disfrutando de los bienes y fondos ilícitos. Pordiositosanto.
VIERNES SOCIAL 2. Los de mi generación recordarán que, desde Jorge Zurita hasta Pancho Hernández en Macuspana, los alcaldes antes de Navidad liberaban a los clientes consentidos del fresco bote, los personajes populares encarcelados por los motivos de siempre: a Valentín, por sus mentadas de madre en vía pública y usar sus muletas para golpear; a Patero, por sus locuras y amenazas que nunca cumplía; a El Tieso, por cantar majaderías y orinarse en la calle; a Federal, por borrachera e inofensivos insultos a la autoridad. Estos pasaban buena parte del año en la cárcel por los mismos motivos, eran incorregibles. A veces caían personajes tranquilos como Atilano, Tristeza, Carioca, Tsekub, Peregrino y otros, por emborrachase en la vía pública.
VIERNES SOCIAL 3. Qué diferencia con la época actual en que el robo descarado de algunos funcionarios y gobernantes se premia y en contadas ocasiones resulta en cárcel preventiva, con la posibilidad de atender la demanda en libertad o pasar unos meses en la cárcel en lo que la autoridad amiga busca un pretexto legal para sacarlos, casi siempre a fin de año; en Navidad, estos ya deben estar gozando de sus fortunas en algún lugar de Europa, Estados Unidos o Asia donde tienen propiedades adquiridas con dinero de los contribuyentes. Es tal el cinismo de las autoridades que ya ni se sonrojan cuando anuncian la libertad de Javier Duarte, César Duarte, Borges y otros de sus amigos con los que compartieron el botín.
LA CAMINERA. Contrario a lo que se piensa sobre conocidos personajes políticos encarcelados por corrupción y a punto de liberar, la opinión pública tabasqueña, en gran parte, manifiesta beneplácito por la posible pronta libertad o cárcel domiciliaria al ex gobernador Andrés Granier, quien, sin duda, fue un hombre que hizo muchos amigos que hoy lo añoran. Sea por Dios.
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