El tal Andrés Manuel, un presidente hecho en Tabasco
AL CHAS CHAS. Sin menoscabo del legado histórico de los presidentes mexicanos, creo que, por primera vez en su historia, México tendrá un presidente de la República respetable y respetado dentro y fuera del país, hombre valiente, tozudo y correoso, como tabasqueño que es, nacido en Tepetitán, Macuspana: Andrés Manuel López Obrador, quién vio pasar sus primeros años detrás del mostrador como hijo de comerciante de pueblo, en un núcleo social dónde todos se conocían y donde lo que vale es la palabra y la confianza se gana a pulso, con hechos. Podríamos debatir interminablemente sobre los presidentes anteriores y concluir en que al único que conocemos a fondo es a López Obrador a quién sus enemigos han investigado hasta el cansancio sin encontrar rastros de corrupción. No es fachoso ni jojo, es hombre sencillo. Pordiositosanto.
BATIENDO LODO. Andrés Manuel batió lodo desde joven para llegar hasta dónde está; como los maestros de antes, que iniciaban rancheando, por eso fueron líderes en sus comunidades y sabios promotores de la educación y la cultura. Ahora no, entran por palanca o son parientes de los que mandan en el sindicato o en la secretaría, salen de la escuela y son asignados a un cargo de director (a) cerca de su casa, por eso tenemos la peor educación en el mundo, porque no hay esfuerzo ni vocación. Andrés inició en la zona rural, ahí los indígenas de Nacajuca le enseñaron a trabajar, dicho por él mismo. Y en la tienda de sus padres aprendió a atender sin distingo a la gente y agradecer su preferencia. Por eso actúa como habla, sin eufemismo.
COMO QUIEN NO QUIERE LA COSA. El choquismo se empieza a imponer, ya lo dijo Obrador, la prensa fifí lo ha estado cucando, y en todo el país, ya se conoce a los medios entregados al poder económico, como fifí, y el cucar, como provocación. La cuarta le decimos en Macuspana al chicote con que el jinete azota al caballo para que avance y aún se usa para echarle cuero a los que se portan mal. Andrés anda checho con la cuarta transformación. Se dice que es muy sincero para ser político, sin embargo, ha logrado que no se le salga lo tabasqueño en ocasiones complicadas pues se necesita tener concha de armao para aguantar a la gente con que trata en los altos medios políticos.
LA CAMINERA. El futuro presidente ha logrado contener esa actitud que es un signo distintivo de los macuspanenses que a muchos nos ha costado quedarnos varados en la orilla del poder y la gloria. Estoy seguro que actuará en contra de los peces gordos llegado el momento preciso. El próximo sábado, Dios Mediante, México tendrá un presidente choco en quién el pueblo ha depositado toda su fe y esperanza. Sea por Dios.
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