Crónica de un «Eliot Ness» convertido en ‘madre Teresa’
Un murmullo desconcertado inundó el ambiente en la carpa cuando AMLO dictó punto final en el caso del ex gobernador Arturo Núñez
RECALENTADO. Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció darle carpetazo al saqueo a Tabasco por Arturo Núñez Jiménez y su esposa Martha Lilia López Aguilera, un murmullo desconcertado inundó el ambiente en la carpa instalada en la 30 zona militar de Villahermosa dónde se llevó a cabo la famosa conferencia “Mañanera” el viernes 23 de agosto. Unos a otros nos miramos incrédulos de lo que estábamos escuchando de labios del hombre que ganó las elecciones el año pasado enarbolando el estandarte de la anticorrupción. Pero no hay nada escrito, lo mismo se dijo de Rosario Robles y cuando menos estará unos días en prisión. Hay que esperar. Pordiositosanto.
NO MARCHEN. Nos reunimos en el hotel Tabasco Inn a las 04:45 horas para acudir a la “mañanera”. Buen momento para saludar a viejos y nuevos amigos de los medios locales. En tres autobuses nos transportaron a la 30 zona militar, ahí bajamos frente al stand de tiro, y en una palapa sin luz, los militares como buenos anfitriones invitaron café al tiempo, Jamaica, pan, plátanos y sándwiches, alumbrados algunos con la linterna de los celulares. Pasaron lista y cada uno de los periodistas respondían ¡presente! De ahí, caminamos unos 150 metros a una palapa colocada exprofeso para la conferencia. Una dama nos leyó el manual de comportamiento.
BENDITA RED NACIONAL. Realmente, la mañanera es un set de televisión, dos cámaras de frente, dos atrás con palanca telescópica, reflectores, mamparas, equipo de edición inmediata, transmisión en vivo para las televisoras de la red oficial, personal para llevar y traer el micrófono, todo bien organizado, para que los medios no tengan necesidad de llevar fotógrafos o camarógrafos, aunque si acudieron varios compañeros con sus equipos. Los medios oficiales están listos para sustituir en el corto plazo a los medios privados, análisis aparte.
SE VE, SE SIENTE. Llega el presidente, enseguida toma la palabra, dice que está en su tierra, en su agua y se mueve como pez ante los reflectores, se nota feliz frente a los medios, entre los que se encuentran viejos amigos suyos que lo ayudaron en los años de vacas flacas y que hoy se encuentran sin empleo, sin ingresos y olvidados. Después del informe de seguridad del gobernador Adán Augusto López Hernández, y de los reportes de los titulares de la SEDENA y de la SENER, vino la sesión de preguntas y respuestas.
LA DEL ESTRIBO. El primero fue Ignacio Ríos con un tema sobre los indígenas, y una respuesta de media hora que Nacho aguantó parado. Siguió una reportera de un medio nacional que no se levantó ni se molestó en mencionar su nombre. Cuando Obrador bromeó al comparar al expresidente Calderón con Borolas, las caras de los tres jefes militares presentes se endurecieron. Tercero con suerte, mi tocayo Sánchez Breck quién preguntó sobre el caso Núñez y recibió la respuesta del mandatario que dejó fríos a los periodistas locales. (Continuará) Sea por Dios.
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