Una oración por los hombres buenos… y los malos

El pasado 19 de noviembre fue el Día Internacional del Hombre, por eso, Señor, te agradezco ser hija de un gran hombre, educado, amable, inteligente, siempre con ganas de aprender y dispuesto a ayudar.

Te agradezco por los hombres de mi familia -niños y adultos- a quienes amo, y por los hombres de respeto, sin doble moral, responsables, conscientes y que actúan para intentar mejorar este mundo convulso.

Te pido por ellos, pero te pido más por los que sólo se dicen hombres sin asumirse como tales, por esos faltos de palabra, de pantalones, pues, mentirosos, ladrones, miserables, esos que golpean a sus mujeres o a sus hijos.

Esos que viven de hacer el mal, que abusan de menores, que asesinan, que trafican con drogas, armas y personas, que extorsionan y secuestran, que odian sin razón o con ella, que nos hacen la vida difícil sembrando terror y muerte.

Por favor, toca sus corazones para que recapaciten, porque no le veo fin a tanto conflicto, y si no lo intentamos hombres y mujeres decididos, peor.

Te pido por todos los hombres asesinados y por los desaparecidos, especialmente por quienes respetaron, defendieron y amaron a sus semejantes.

No hay otra forma, tenemos que hacer algo con tu ayuda. ¡Que así sea!