Una buena amistad puede salvar tu vida

Ahora a cualquier conocido le dicen amigo y se les hace muy fácil hacer o decir cualquier cosa y sentirse autosuficientes

He escuchado en las noticias sobre Debanhi Escobar, la chica abandonada en una zona peligrosa a las 5 de la mañana, después de que sus 2 amigas con las que iba la dejaron en una fiesta.

No puedo imaginar la angustia de los padres, menos la de la chica, entonces me surge la duda e intento hacer un recuento: cuando estudiaba la universidad en Tampico fui a varias fiestas, pero siempre regresábamos las mismas que acordábamos ir. En Poza Rica fui a unas cuantas, pero siempre iban por mi.

En Cancún no fue tan diferente, fui a varias fiestas y antros con amigas pero nunca nos abandonamos. De hecho teníamos entendido que si íbamos juntas, juntas regresamos, yo era el camión repartidor, las dejaba en sus casas y esperaba a que entraran.

Al final, para ir a casa, tomaba todos los cuidados y avisaba a mis amigas cuando llegaba. Se llama sororidad.

Debo resaltar que si bien a mi no me cabe en la cabeza cómo alguien que se dice amigo te abandona en una situación que podría implicar peligro, entiendo que ahora a cualquier conocido le dicen amigo y se les hace muy fácil hacer o decir cualquier cosa y sentirse autosuficientes, pero caray, los tiempos no están para eso. Están para avisarse, acompañarse y volver a los orígenes de la verdadera amistad.

Sí, ya sé que ahora todo es desechable, pero hablamos de vidas, de chicas (y chicos) que desaparecen y sus familias viven un calvario, por favor, pongamos atención a nuestros jóvenes, hablemos con ellos, hagamos que sepan el sentido de amistad, que sepan pedir ayuda, que haya una palabra para indicar que la persona está en peligro o en alguna situación difícil.

Todos los días desaparece gente y me parece imposible que nadie vea nada. Seamos conscientes del peligro que enfrentan nuestros jóvenes y démosles la confianza para que acudan a nosotros.

Dios nos cuide, porque todo está muy revuelto.