Todos estamos expuestos a las enfermedades mentales

En muchas pláticas hemos coincidido en que deberíamos recibir terapia de vez en cuando. Tristemente no hay suficientes especialistas

Gabriela Ruiz

Por favor, familia, amigos, conocidos, todos: tengamos cuidado de nuestros niños, de nuestros adolescentes, de nuestros adultos, de nosotros mismos, de comportamientos y de cambios de carácter.

En estos tiempos tan egoístas y de tan escaso contacto cara a cara, abundan los problemas mentales. Sí, mentales, esos de los que ignoramos casi todo, que incluso estigmatizamos, pero a los que TODOS -unos más, otros menos- estamos expuestos…

Hace unos días llevé a Sacrosanta a hospital para hacer unos trámites. Yo me quedé en el pasillo mientras ella veía sus asuntos.

En el lugar había un niño de 10, 11 años a lo sumo. Pulcro, bien vestido, de cabello corto y tenis limpios. Estaba inquieto, caminaba de un lado a otro como muchos niños o adultos a quienes no les gusta esperar.

Estaba acompañado por una adolescente que hablaba por teléfono y se alejó caminando. El niño seguía inquieto y en un momento se acercó a una puerta cerrada y dijo: ¡¡no mientas!!

No pasó mucho tiempo y él mismo abrió esa puerta. Fue cuando me fijé en el letrero: psicólogo.

Del interior del consultorio salió una voz que decía: tendrías que haber esperado a que te llamara, pero ya que abriste, pasa. El niño entró.

Minutos después salió -llorando desconsolada- una mujer joven, no me quedé viendo por respeto, pero caramba, sentí su dolor y desesperación.

Ella abrazó a la adolescente y decía que no entendía cómo un niño de esa edad podía decir esas cosas: «¿Por qué dice que me va a destruir?»

Las palabras de la señora no se me olvidan y pensé en todo lo que vivimos todos los días, lo que vemos, lo que escuchamos, lo que sentimos, soñamos o imaginamos, lo que tememos, lo que nos lastima o nos enfada y que nuestra familia puede o no conocer pero que, en definitiva, nos afecta en mayor o menor medida.

Cuando nos íbamos alcancé a escuchar que el menor requería una consulta psiquiátrica y justo después de eso leí este texto sobre la salud mental, a la que muy poca gente le da importancia pero que cada vez es más necesario tomarla en cuenta por nuestro bien, el de los nuestros y el de la sociedad en general.

En pláticas con médicos, con amigos y con psicólogos, hemos coincidido en que todos deberíamos recibir terapia de vez en cuando. Tristemente no hay suficientes especialistas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com