La gente me gusta… para aprender de todos

Porque hay gente con una conciencia social que inspira, y también hay miserables insensibles capaces de cometer los actos más execrables

Sí, toda la gente: hay gente que me gusta para quererla, hay gente que me gusta para abrazarla, hay gente que me gusta para tenerla cerca y disfrutar de su compañía, hay gente que me gusta por su empuje…

Por su fuerza, su calidad humana, por su mirada limpia, por su sonrisa franca, por su voz dulce, sus palabras sinceras, por su pulcritud, por su armonía, por su buena vibra hacia los demás.

Pero también hay gente que me gusta para ignorarla, por supuesto, me he topado con gente a la que le he dicho que no se me acerque, también he encontrado gente que me ha gustado para mandarla a otro planeta.

Pero de toda la gente, absolutamente de toda, he aprendido algo, desde sonreír hasta ser sociable, he aprendido sobre cultura general, con temas tan fascinantes y complicados como medicina, periciales, derechos humanos, adelantos tecnológicos.

Sobre todo, de comportamiento humano, porque hay gente maravillosa, con una conciencia social que inspira, y también hay miserables insensibles capaces de cometer los actos más execrables contra sus iguales sin el menor asomo de arrepentimiento o solidaridad.

En conclusión: podemos aprender de todos, ya sea que nos inspiren a ser mejores o que nos permitan darnos cuenta de lo que no queremos llegar a ser.

¡No hay duda, me gusta la gente!