Han hecho de la narcocultura un asunto aspiracional
Hace muchos años, en mi terruño Cancún cubrí la nota de unos niños que jugaban a «levantar» a otro, apenas empezaban las novelas de narcos, pero ya había corridos, las noticias detallaban las grandes propiedades y la violencia y en cuanto había algún tiroteo con muertos, los primeros que llegaban para ver el cadáver y la sangre, eran adolescentes y mujeres con niños en brazos.
Ahora ya hay series, películas, hace apología del delito, se venden como pan caliente las camisas que usan los integrantes del crimen organizado cuando son detenidos, la gente dice frases «matonas» que utilizan los personajes de las series, «arre», por ejemplo.
Hay menes y frases de las mujeres de los narcos y las quinceañeras bailan valses en los que simulan enfrentamientos o «levantones», en fin, que han hecho de esta cultura un asunto aspiracional. Estamos jodidos, mexicanos…