El trabajo sexual, entre la explotación y el desprecio
Políticos, empresarios, líderes, jefes de familia , profesionistas, religiosos, líderes sociales, entre sus contratantes
Hoy es el Día internacional de la Trabajadora Sexual.
Sí, hoy es día de las mujeres a quienes el resto de la gente miramos algunos con curiosidad, otros con morbo, incluso con desprecio sin saber que muchas de ellas fueron sustraídas de sus familias o entornos para ser prostituidas, sin saber que muchas mujeres -que son prostitutas- fueron violadas por sus propios padres, sus hermanos o sus parejas para luego minimizarlas y obligarlas a la prostitución.
Cabe resaltar que si bien la mayoría son mujeres de diversas edades, también hay muchos niños y jóvenes atrapados en esta terrible problemática que genera millones de dólares, de pesos, o de cualquier moneda en cualquier parte del mundo.
Ellas y ellos se exponen a ser lesionados y sometidos a toda clase de vejaciones, incluso corren el riesgo de ser asesinados por quienes los regentean o por quienes pagan por sus servicios.
En todos lados hay prostitución, pero nadie o casi nadie reconoce que paga por estar con mujeres (o con hombres).
Esa es la doble moral que abunda en nuestros días: muchos aseguran nunca haber pagado por una mujer (o por un hombre) pero los contratan a escondidas, si nadie pagara por tener sexo no habría prostitución, así de simple.
¿Se imaginan si hombres y mujeres que se prostituyen en lugares exclusivos o VIP dieran a conocer sus listas de clientes? ¿Cuántos «respetables» saldrían a relucir?
Políticos, hombres de negocios, líderes de todo tipo, jefes de familia intachables, profesionistas, por supuesto, ministros religiosos y más.
No juzguemos a nadie que la ejerza porque no sabemos cuáles son sus historias; porque no son «de la vida fácil», como dicen por ahí; porque nadie tiene una vida tan perfecta como para señalarlos con índice de fuego; porque son personas como todos nosotros, que tienen familias y que, sin duda, quieren una vida mejor para los suyos y por desgracia no saben cómo salir de ese círculo de abuso, riesgo y muchas veces de adicciones, por eso, Señor, la Oración de Hoy es por ellas y por ellos, para que los protejas y les ayudes a encontrar su camino y para que nosotros no los estigmaticemos.
¡Que así sea!