Tres razones para votar a conciencia en 2018
Si no hubiera otros motivos para votar por una alternativa diferente a la que ha gobernado el país de manera combinada PRI-PAN-PRI y sus aliados, bastarían los aportados durante 2017, la mayoría con antecedentes en años anteriores.
La primera tiene que ver con corrupción y la impunidad, ambas enquistadas en el corazón mismo de las administraciones federal, estatales y municipales, con el agravante de que se da toda una simulación para tratar de engañar a los ciudadanos con una presunta lucha contra los corruptos.
No se trata de un postura ideológica o política sino de una realidad que cualquier mexicano puede constatar. Para ejemplo, basta citar el caso Odebrecht que en otros países ha puesto a varios ex presidentes bajo acusación y otros políticos coadyuvantes en la cárcel, mientras el gobierno mexicano no toca ni con la sombra de una duda a los presuntos involucrados.
A pesar de las múltiples declaraciones ante autoridades judiciales en otros países que confirman las aportaciones ilegales de la firma brasileña a uno de los personajes priistas más cercanos a Enrique Peña Nieto nada se ha hecho.
La segunda razón para realizar un sufragio distinto es económica y tiene que ver con la inflación, los gasolinazos y los salarios. La inflación ha sido el gran monstruo que servido para espantar a los trabajadores durante 30 años.
Supuestamente, si se incrementaban los salarios lo suficiente, las cosas subirían mucho de precio y los trabajadores no podrían adquirir ni lo más necesario para satisfacer sus necesidades y las de su familia. Pero esto es exactamente lo que ha ocurrido, sin que los mini aumentos salariales sirvan para algo.
Con los gasolinazos se evidenció la falsedad de la Reforma Energética que sólo sirvió para desmantelar y malbaratar las dos máximas empresas mexicanas Pemex y CFE. Dijeron que, con la privatización, la apertura y la competencia, los precios de los combustibles bajarían y en lugar de esto, se incrementaron todavía más que en el sexenio anterior.
Y los salarios, cuando todo mundo pensaba que ahora sí alcanzarían un nivel competitivo con los otros países de América del Norte, en parte debido a las presiones derivadas de la renegociación del Tratado de Libre Comercio, nada más no ocurrió y se dio un 10 por ciento de aumento aproximadamente hasta llegar a 88.36 pesos diarios.
La tercera causa de un cambio posible y plausible sería la inseguridad. Con cuerpos de seguridad corruptos; las fuerzas armadas, digamos que poco sensibles en materia de derechos humanos; y las delincuencias, organizada y común, la de cuello blanco y la del barrio… uno no sabe si al salir cada día volverá sano y salvo a su casa.
Si usted está de acuerdo en que esto debe cambiar, hágalo por la vía pacífica, vaya a las urnas este 1 de julio de 2018 y dese y deles una oportunidad a sus hijos y a sus nietos.
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