Sí, Peña es responsable de la debacle tabasqueña pero Núñez también
Como corresponde a un fin de sexenio, ya casi cualquier opinador, político o empresario ‘se atreve’ a criticar al presidente Enrique Peña Nieto, dada la lejanía del estado de Tabasco, pero todavía guardan silencio ante la tibieza, por decirlo de forma amable, del gobernador Arturo Núñez Jiménez.
Los hoteleros, por ejemplo, señalan que faltó acompañamiento del gobierno federal en la caída económica de la entidad que ha impactado a este sector por la escasa llegada de visitantes que se traduce en una magra ocupación de la, igualmente, poca infraestructura en cuartos de hotel.
Incluso el PRD medio alza la voz para ‘pedir’ (casi, casi, por favor) que la administración federal encabezada por Peña Nieto, cumpla los compromisos firmados hace seis años por el susodicho en calidad de candidato priista.
Así que ya saben en qué terminan las promesas del tricolor en el estado y el país.
El punto de los críticos es que Tabasco (población, gobierno, empresarios) no está para pedir, sino exigir a la Federación, no que le dé, regalé o done, sino que retribuya al estado parte de lo que genera y aporta a la nación.
Claro que para Núñez y el PRD está muy difícil asumir una postura enérgica, pues la administración perredista tampoco ha entregado buenas cuentas a los tabasqueños y, peor aún, se ha mostrado complaciente y sumiso ante la actuación del Ejecutivo Federal.
Las cosas están tan mal, que los empresarios de la construcción agrupados en la CMIC están dispuestos a olvidar cinco años de olvido con el puro anuncio de un plan de reactivación económica para el estado.
Sin obra pública significativa, un desempleo galopantes de 6.7 pro ciento, una zona económica especial que no termina de pasar del papel a los hechos y una inseguridad cada vez más intolerable, Tabasco dio la ‘bienvenida’ al presidente.
Contacto
totalsapiens@gmail.com
www.total sapiens.com
@SapiensTotal
993 112 3314