Si nos corren del TLCAN, nos vamos: México
La correcta defensa de los intereses de los mexicanos exigiría el cumplimiento de los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a Estados Unidos y Canadá y en caso de que estos no lo hagan demandar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Pero no, la “digna” actitud del presidente Enrique Peña Nieto y su delfín, el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray Caso, ante la orden imperial del presidente Donald Trump es precisamente de sumisión, los llaman a Estados Unidos y allí van como perritos falderos.
El discurso presuntamente negociador del mandatario mexicano se reduce a validar todas las instrucciones que recibe del gobierno estadounidense, cuando bien podría marcarle un alto a Trump, con palabras sencillas como vamos a establecer un diálogo en una zona neutral o sometemos las diferencias comerciales a la OMC.
Es decir, hay instrumentos del derecho internacional a los que México puede recurrir en su defensa, en lugar de aceptar sumisamente la renegociación o cancelación del TLCAN y salir por la puerta de atrás.
Recuérdense que incluso en la más reciente reunión trilateral con el ex presidente Barack Obama y el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau, Peña Nieto fue ninguneado por estos. Y ahora con Donald Trump en la presidencia de EU, los canadienses, se van por la libre y dejan solo a México.
Por otra parte, el punto es que durante cuatro sexenios, dos del PRI y dos del PAN, el gobierno mexicano y la clase empresarial han saqueado al país, tanto los excedentes petroleros como el crecimiento de las exportaciones, las remesas, la inversión extranjera y los millonarios préstamos de la banca mundial.
Como dice Trump (con toda la intención de mantener la explotación de los más desfavorecidos en su país) el establisment debe ser hecho a un lado para favorecer ahora sí a los más necesitados, para hacer más grande a su país (es decir, las ingresos y los negocios de ese 1 por ciento que los ha explotado con la bandera neoliberal y ahora lo hará desde el frente proteccionista y nacionalista).
Los anglosajones de clase media y popular han demostrado que no son tan inteligentes como ellos mismos querían creer y han caído en el juego clásico donde el poderoso pone al grupo A (pro Trump) y al grupo B (anti Trump). Las herramientas han sido las básicas: autoritarismo, discriminación, racismo, religión, sexismo, odio…)
Mientras tanto, el PRI y sus partidos satélites PVEM, Panal, PES, así como sus socios PAN y PRD, se aprestan a mantener el control político en los Estados de México, Coahuila y Nayarit en este 2017. Si tuvieran memoria, no de largo plazo si no digamos del gasolinazo en adelante, los ciudadanos de las entidades mencionadas votarían por otra opción.
Y es que se supone que el gasolinazo se impuso para que no hubiera recortes en el gasto social, pero el caso es que: 1. Ya los habían hecho desde antes; 2. Después del gasolinazo los estados han tenido que hacer nuevos recortes al presupuesto en áreas tan sensibles como el estímulo al empleo, a la educación, entre otros.
Memoria mexicanos, memoria.
Ya veremos.