“¡Ríndanse, los tenemos rodeados!” o la falsa percepción de la realidad

Los integrantes del gabinete, del poder Legislativo y del Judicial están rodeados por los corruptos. La tarea señor presidente apenas está empezando

El presidente ha dicho este jueves 10 de octubre, en relación a los corruptos: ¡Ríndanse, los tenemos rodeados! En una jornada más de la maratónica conferencia mañanera, donde el presidente de tanto querer explicar y simplificar las cosas, termina cantinfleando y a veces, contradiciéndose.

Sabemos que la magnitud y la complejidad de la tarea de concretar la Cuarta Transformación es inconmensurable, pero eso no obsta para que los errores y desvíos en que pueda incurrir la administración a través de su líder o de sus seguidores no sean señalados.

Por supuesto, no se puede ni se debe caer en los extremos “faciloides” de aplaudir como focas toda acción o iniciativa, por bien intencionada que sea, si el resultado es negativo; o viceversa, criticar al nuevo régimen por todo, incuso si la evidencia demuestra que el gobierno está en lo correcto.

Ambos, aplaudidores y críticos exacerbados de la 4T, no le ayudan en nada y sí perjudican, haya o no haya la intención de hacerlo.

Disminuir la corrupción; bajar los índices delictivos y, mejor aún, el poder de la delincuencia organizada; acabar con la impunidad, impulsar el desarrollo social equilibrado, el crecimiento de la economía, son tareas que requieren un apoyo mayoritario de los habitantes del país, aunque no de todos como lo inserta en su discurso el mandatario (no porque no sea deseable sino porque es imposible). Nunca en ninguna época en ninguna parte del mundo, todos han estado de acuerdo en algo y mucho menos en todo.

Uno de los desvíos del presidente, orillado tal vez por los corifeos más cercanos, es que toda postura que sea divergente de lo espetado por él, tiende a considerarla inválida a priori, sin tomarse la mínima molestia de evaluarla.

En cambio, cuando se le plantea un problema afín, muestra la disposición que debiera ser generalizada, de abordar el asunto, pedir informes primero y luego emitir un punto de vista.

Otro punto sin equilibrio es el referente al combate a la corrupción, donde cualquiera puede ver que, en todo el país, en el norte, en el sur, en el oriente y en el poniente, la corrupción sigue campeando porque la impunidad con que han actuado les permite colegir que podrán continuar sin recibir castigo alguno.

Sin embargo, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador dice, como policía de película aquello de ¡ríndanse, los tenemos rodeados!

Lo siento, pero hasta la fecha, usted, los integrantes del gabinete, del poder Legislativo y del Judicial están rodeados por los corruptos. La tarea señor presidente apenas está empezando.

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