Los frentes oficialistas y los mass media
Lo sucedido en los últimos días prefigura cómo serán las relaciones entre los gobiernos: federal, de los estados y de los municipios, con los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio, televisión…), así como la intervención en las redes sociales (twitter, facebook, youtube, whatsapp…), durante el proceso electoral que inicia de manera formal, este 8 de septiembre y culmina el 3 junio de 2018.
El ejemplo1 es la propaganda personalizada del presidente Enrique Peña Nieto, con motivo del V Informe, cuya difusión multimedia cuesta a todos los mexicanos miles de millones de pesos del erario, que, aunados a los años 2013, 2014, 2015 y 2016 suman más de 40 mil millones de pesos.
El ejemplo 2 es el exceso mediático sobre una presunta crisis parlamentaria e interpartidista para posicionar al llamado Frente Amplio o Frente Ciudadano como si fuera una alternativa respecto al gobierno federal priista, cuando en realidad conforman las dos caras de la misma moneda oficialista.
Más allá de las diferencias reales entre los grupos al interior del Partido Acción Nacional, ambos han marchado de la mano del PRI en las reformas y en las propuestas de Fiscalía General, Anticorrupción o la nueva Ley de Seguridad Interior.
El gobierno asociado con y a través de los medios oficialistas, pretenden hacer creer a los ciudadanos que PRI, PAN, PRD, no son lo mismo en términos de políticas de gobierno, cuando los hechos de los últimos años así lo demuestran.
La estrategia ha sido reforzada lo mismo en redes sociales que en prensa, radio y televisión. Todos han dado cuenta a través de ‘noticias’, reportajes, entrevistas, columnas, análisis, etcétera, de la integración del Frente, del pleito entre la dirigencia nacional panista y los calderonistas, además de las disputas en el Senado y la Cámara de Diputados.
Mención especial merece el caso del presunto nombramiento ‘fast track’ del Fiscal General de la Nación, que sería llevado a cabo por el PRI. Con este alegato se bloqueó la elección de la nueva mesa directiva en la Cámara de Diputados, pero hay que tomar en cuenta dos cosas:
1. La decisión para nombrar al Fiscal General corresponde al Senado.
2. Existe una iniciativa de la Presidencia para dicho nombramiento no se realice vía ‘fast track’.
Incluso, experimentados y críticos periodistas siguieron el juego tal vez manera involuntaria (tal vez, no) y posicionaron de un lado al PRI y del otro al Frente Ciudadano (PAN-PRD-Convergencia), cuando ambos marchan juntos hacia el mismo objetivo, mientras dejan a un lado a la oposición conformada por el PT-Morena.
De esta manera, el oficialismo contará con dos candidatos al menos: uno del PRI y otro del Frente, que será presentado como una oposición (una postura light siempre dispuesta a negocias. Además, claro, de algún candidato independiente.
Por otro lado, quedará la oposición real, la que está harta del sistema. Esa, será como hasta ahora, cuestionada, atacada y, en la medida de lo posible, silenciada.
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