La gente está harta de Peña y la plutocracia
En su participación en la ONU, Enrique Peña Nieto pretende utilizar el hartazgo ciudadano contra su gobierno (y el de las administraciones plutocráticas de otros países) para argumentar políticamente lo que es un problema social y económico.
La mayoría de la gente todavía cree en la democracia como forma de gobierno, en lo que ya no confía es en el sistema político y económico mexicano corrupto que favorece a las grupos de poder en perjuicio de la sociedad.
Cuando el SAT condona más 500 mil millones de pesos a las grandes empresas y consorcios y al mismo tiempo exprime a las Pymes y a los trabajadores, la gente no puede apoyar al presidente Peña Nieto.
Cuando se dejan de construir refinerías para producir gasolinas, abastecer el mercado interno y exportarlas en lugar de vender petróleo e importar combustibles, el presidente no puede esperar apoyo popular.
Y no señor presidente, frases como “la respuesta a la desilusión con la democracia, es mayor democracia” son una falacia. La gente no está desilusionada con la democracia, está encabronada con los gobernantes corruptos y traidores a la patria.
Lo que hace falta en México es frenar el saqueo de la riqueza nacional y su acumulación en unas cuantas manos para que se reparta en las manos de todos.
