La autonomía de la SCJN y el problema de la falta de justicia
El tendencioso discurso de muchos medios de comunicación a favor o en contra de la postura del Poder Judicial (no sólo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación) puede ser rebatido fácilmente mediante el análisis de los componentes del problema de los altos salarios de la alta burocracia.
- No hay ningún ataque sistemático o aislado, como se pretende infundir el en la opinión pública, contra la SCJN, en relación a la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos. La ley en cuestión sería aplicable para los trabajadores de todos los poderes, incluidos el Ejecutivo y el propio Legislativo.
- La misma Ley lo que hace es normar lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 75 y 127.
- El sentido de la multicitada Ley no es otro que disminuir la desigual distribución de la riqueza, al menos respecto al monto de los salarios, que en la mayoría de los países registra una proporción de cinco y hasta 10 a uno, entre los más bajos y los más altos. En México, la proporción es 120 a uno.
- La postura de la SCJN es insostenible por la propia Corte ha validado los Salarios Mínimos durante los últimos 30 años (menos de tres mil pesos mensuales) para los trabajadores mexicanos. Cualquier puede ver en esto una injusticia: pues un ministro gana 300 mil pesos al mes.
- Incluso, el hecho de que algunos de los integrantes de la propia Suprema Corte hayan insinuado que disminuir sus salarios pone en riesgo la honradez de los jueces, magistrados y ministros, estaría justificando precisamente de millones incurrieran en actividades ilícitas ante la evidente mezquindad de los salarios mínimos que perciben.
- También es cuestionable que se otorgara la “suspensión”, cuando no la solicitaron los quejosos, y el juez está suspendiendo un acto que aún no ocurre, pues todavía no se aprueba el Presupuesto de Egresos.
Ante lo expuesto arriba, me evidente sencillo que, para la mayoría de los mexicanos, la propuesta de reducir los salarios de la élite burocrática de los tres poderes de la Unión e incrementar los ingresos de los trabajadores al servicio del estado de los niveles bajos y medios, es justa.
Ojalá los ministros, magistrados y jueces rectifiquen y se apeguen a lo que dice la Constitución y las leyes que de ella emanan.