En Tabasco, visión regional para la seguridad pública
La violencia en Veracruz, Tabasco y Chiapas requiere de acciones conjuntas de los tres niveles de gobierno para resolver el problema
El asunto de la Seguridad Pública es complicado y más cuando los grupos de la delincuencia organizada actúan en contubernio con las autoridades locales, estatales y federales, tal como ha sucedido en otras zonas del país.
Durante el sexenio anterior, Tabasco tuvo el totalmente reprobable primer lugar en varios índices delictivos a nivel nacional.
En la actual administración, se han registrado actos de violencia, robos, asaltos y ejecuciones (más de veinte en lo que va de mayo), que ponen en la mira la efectividad de las estrategias aplicadas hasta el momento.
Más aun, cuando en la zona sur del vecino estado de Veracruz, se ha iniciado una lucha frontal contra los cárteles, lo cual impulsará como ya ha pasado en otras áreas del país, el llamado efecto cucaracha, es decir que al no tener cabida allá, buscarán ubicarse en el lado tabasqueño.
Y todavía debemos considerar la presencia de grupos extranjeros provenientes mayoritariamente de Centroamérica (OJO: no estamos diciendo que los migrantes en general, sino que como en todo grupo, hay algunos que se dedican a delinquir) .
De ahí la importancia de la reunión de los gobernadores de Tabasco, Adán Augusto López Hernández; de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas; y de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, en la capital tabasqueña.
El objetivo de los mandatarios y de los representantes de los organismos implicados en garantizar la seguridad de los habitantes es ineludible: diseñar estrategias, coordinar los trabajos y acciones en materia de seguridad pública en las zonas limítrofes y en las tres entidades.
Este enfoque permite enriquecer la estrategia regional en coordinación con la representación de la Sedena, Semar, Policía Federal, FGR, INM, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y Pemex.
Ahora bien, este tipo de reuniones por sí mismas no servirán, si no se evita la filtración de los acuerdos a los grupos delincuenciales, y por lo demás, tendrán que demostrar su efectividad en la vida diaria con la reducción de los índices delictivos. Veremos.