Busca el oficialismo recuperar el terreno perdido en 2017
El primer paso luego del desastre priista en la jornada electoral del 4 de junio que derivó en la pérdida de millones de votos para el tricolor, a pesar de los presuntos triunfos en Coahuila y Edomex, así como las derrotas en Nayarit y Veracruz, fue bajar de los medios y redes sociales la discusión postelectoral que podría ahondar la debacle.
No sólo se trata solo de ocultar la operación fraudulenta del IEEM, INE, TEEM y TEPJF para validar los ‘triunfos’ priistas, sino de quitarle presencia mediática positiva al Movimiento de Regeneración Nacional y a su dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador.
El método es innovador respecto a sexenios anteriores. Buscan atacar a AMLO desde la izquierda, desde la derecha y desde el PRI cuidando no hacerlo directamente desde el gobierno federal.
Buscan posicionarlo como egoísta, contrario a las alianzas y reiterar hasta el cansancio la imposibilidad de que pueda derrotar el PRI en 2018.
El sistema cuenta con los dirigentes y tribus de PRD, PRI y PAN, así como de los medios de comunicación oficialistas (incluidos por supuesto sus troles de las redes sociales) para atacar el proyecto de Morena sin exhibirse como los autores.
La realidad es simple:
El Movimiento de Regeneración Nacional es por sí mismo un proyecto incluyente de todas las fuerzas progresistas del país que pone en primer lugar a los ciudadanos de todo el país, más allá de cualquier militancia política, de creencias religiosas, de posición económica o social, de las edades de quienes pueden participar.
Por eso la idea de crear un ‘frente amplio’ por parte del PAN-PRD contra el PRI es esencialmente una idea que busca engañar a los mexicanos pues en la práctica, los tres han demostrado defender los mismos intereses de las élites. Son los corruptos e impunes de siempre.
De ahí la gran utilidad de una izquierda a modo como la que representan los dirigentes perredistas (no su base social) útil a la hora de restar votos y descalificar a proyectos ciudadanos.
La gran guerra sucia contra la sociedad y contra AMLO ya está en marcha, y seguirán atacándolo para evitar que la mayoría de los mexicanos que desean un país libre, independiente y justo no puedan acceder al gobierno en 2018.
Se pretende presenta a Morena y AMLO como los perdedores del proceso 2017 cuando la realidad es que el gran perdedor fue el PRI. De ahí la reproducción indiscriminada de notas columnas y memes con que pretenden ocultar su fracaso en Nayarit, en Veracruz, en Coahuila y en el Estado de México.
2015 y 2017 han significado para el PRI las peores derrotas electorales, peor aún que en el año 2000 cuando se dio por primera vez la alternancia en el gobierno federal, pero quedaron al frente de la mayoría de los gobiernos de los estados, desde los cuales operaron los mayores robos en la historia del país.
Estamos ante la disyuntiva de luchar por un México mejor o continuar con la inercia de corrupción, violencia e impunidad. Ustedes deciden.