Urge una economía sostenible, incluyente y democrática
Se necesita un Estado fuerte que dé protección social universal de los mexicanos en el trabajo, educación, salud, habitación y vida familiar
Es importante restablecer el crecimiento económico, más incluyente, sostenible y que contribuya a consolidar a nuestras instituciones democráticas.
Tenemos que ir hacia un Estado fuerte, democrático y al mismo tiempo social, que tenga como divisa central de su acción y como criterio de evaluación de su conducta, la protección social universal de los mexicanos en el trabajo, la educación, la salud, la habitación y la vida familiar.
Si se logra, se cumplirá la meta de reencauzar de manera venturosa el desarrollo de México en este siglo que se avizora tan desafiante, señalaron expertos de la UNAM.
En la mesa redonda Renovar Políticas para un Nuevo Curso de Desarrollo, organizada por la Facultad de Derecho (FD), Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la Universidad, recalcó que ese curso debe ser sostenible en lo social, pero también en lo ambiental.
El también integrante del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo de esta casa de estudios –formado en 2009– mencionó la necesidad de políticas macroeconómicas contracíclicas que estimulen a la economía en los periodos de desaceleración económica, políticas fiscales y monetarias expansivas que permitan seguir creciendo cuando se comienza a desacelerar la economía. Y para ello se necesita una reforma fiscal de gran calado.
En la obra más reciente del grupo, Renovar Políticas para un Nuevo Curso de Desarrollo en México (agosto de 2021), se deja en claro que hace falta más inversión en infraestructura y más gasto social. “Nos urge tener un sistema de salud público robusto, que se pueda financiar con recursos del Estado, con cobertura universal y con un conjunto integral de prestaciones. Eso cuesta dinero y por eso ponemos énfasis en la necesidad de una reforma fiscal”.
Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Facultad de Economía y coordinador del grupo, refirió que el nuevo gobierno se inauguró con una política cautelosa, conservadora, de contención económica, fiscal y sin crecimiento. Así, recibimos un impacto más grande, nocivo y peligroso para la existencia humana: la pandemia. Los gobiernos del mundo decidieron frenar la economía y “entramos a una caída de 8 por ciento en 2020”.
Hoy, indicó, tenemos una recuperación titubeante. “En el texto reconocemos que eso está ocurriendo, pero que al mismo tiempo debe verse como una recuperación que necesita pilares adicionales, acción pública y mucha política racional para un nuevo curso de evolución política en el siglo XXI. Convocamos a abordar acciones inmediatas de rescate de los miles o millones de damnificados por la pandemia, la caída económica, la salud, el empleo, la desocupación e, incluso, el deterioro o pérdida de fuerzas productivas”.
El director de la FD, Raúl Contreras Bustamante, expresó que la construcción de un auténtico Estado de derecho es clave para nuestra sociedad democrática, ya que sin políticas públicas que permitan dar certeza y seguridad jurídica a nuestras relaciones sociales, no se podrán construir los elementos que impulsen el desarrollo nacional y que logren atraer mayor inversión privada.
Las políticas públicas requieren la dotación de recursos económicos suficientes, voluntad política y altura de miras, puesto que no basta con diseñarlas de manera adecuada, con base en un diagnóstico real de los problemas, si pueden ser ineficientes debido a la falta de presupuesto, dijo.
José Andrés de Oteyza y Fernández, también integrante del grupo y exembajador de México en Canadá, opinó que en lugar de subirnos a la ola expansionista internacional, nos hemos aferrado a los conceptos más conservadores y tradicionales de la estabilidad financiera macroeconómica y del equilibrio fiscal y así, en este esquema, “no se puede romper el círculo vicioso del estancamiento, la desigualdad y la violencia que nos caracterizan”.
El economista aseveró que se está perdiendo un tiempo precioso para impulsar un programa de rescate, de recuperación y de reorientación económica y social con alcance de mediano y largo plazos, ya que eso no es posible con una política de austeridad mal entendida y peor instrumentada. Si seguimos con las políticas actuales, México no se podrá recuperar antes de 2024, ni siquiera en los niveles económicos de 2018. Ello significaría un sexenio perdido.
Sergio García Ramírez, profesor emérito de la FD, al moderar la sesión virtual, recalcó que la Universidad Nacional, plural, abierta a todas las corrientes de pensamiento, se ha esforzado constantemente por el progreso de México, en libertad y en justicia, para bien del país, propiciando las grandes causas del pueblo y sirviendo a la comunidad mexicana. Ese es su signo distintivo.
Finalmente, Elvia Arcelia Quintana Adriano, también emérita de la FD, apuntó que la República tiene el fiel de la balanza en los tres poderes en que se equilibra la administración; de ellos destacó al Ejecutivo, el “administrador de la gran empresa de este México”, que a la vez tiene tres grandes campos de actividad: la administración central, la descentralizada y la desconcentrada. Él debe ser el rector de las políticas económicas y financieras. Pero la economía y la actividad comercial no fluyen si no hay buenos canales por los que se desplacen, si en vez de facilitar su movimiento, lo entorpecen.
(Con información de Gaceta UNAM)